Si la seguridad en los andamios es importante siempre, en entornos en los que el viento y la corrosión pueden ser habituales, como en las zonas insulares.
Fundamentales en la industria de la construcción en ciertas condiciones ambientales, como las zonas de viento y en entornos insulares, la seguridad en el diseño, montaje y mantenimiento de los andamios adquiere una importancia crítica. Además, “la corrosión de los materiales utilizados en los andamios puede agravar aún más los riesgos asociados. De ahí que sea importante contar con empresas especializadas” explican desde Andamios Insulares, montaje y desmontaje de andamios en Mallorca.
Cuáles son los puntos a tener en cuenta:
Los andamios utilizados en zonas de viento deben ser diseñados por ingenieros estructurales con experiencia ya que se deben realizar cálculos detallados para asegurarse de que pueda resistir las fuerzas del viento esperadas.
Es necesario utilizar materiales resistentes a la corrosión, como el aluminio, que puede ayudar a mantener la integridad de las estructuras en ambientes rodeados de mar, donde la salinidad del aire puede acelerar la corrosión de los componentes metálicos.
Uno de los puntos más importantes para garantizar la seguridad es un buen anclaje al edificio o estructura en construcción para evitar desplazamientos debidos al viento que pueda venir en cualquier momento. Pese a esto, es fundamental contar con personal capacitado para monitorear constantemente la seguridad y tomar medidas preventivas si es necesario.
Entornos insulares y sus desafíos
En entornos insulares, como islas o ubicaciones costeras, la logística puede ser más complicada, ya que la corrosión puede poner en jaque los materiales.
La corrosión es un proceso químico y, en entornos marinos, donde la salinidad y la humedad son elevadas, puede ocurrir rápidamente.
Entre las medidas para evitarlo están el uso de materiales, como se ha comentado previamente, como el aluminio, o algunos otros con recubrimientos anticorrosión para mitigar el riesgo. Las inspecciones regulares se convierten en una rutina necesaria para no poner en peligro a quienes tienen que trabajar sobre ellos.
Ante cualquier estructura, el mantenimiento será clave.