Sólo en 2019, en Europa, se implantaron más de 728.000 dispositivos entre marcapasos y desfibriladores. En 2021, pasada la pandemia, el número de implantes en España subió casi un 9% más hasta las 822 unidades/millón.
En este contexto, los portadores de cualquiera de estos dispositivos estaban limitados en las prácticas deportivas o incluso sociales porque, cualquier golpe en la zona en la que se encuentra, podría suponer un verdadero problema. Deporte, conciertos, algunos puestos laborales, un día en familia y con mascotas jugando… son situaciones que pueden conllevar cierto riesgo por los impactos accidentales.
Ahí es donde se encontraba Raúl Dorado, que se sumó a la lista de portadores de DAi (desfibrilador) en 2003 por una cardiopatía, la misma por la que perdió a su madre por muerte súbita años antes.
Jugador de paddle habitual, “los cardiólogos me dijeron que podía practicar deporte pero cuidando no recibir un golpe. Un día tuve un impacto de una pelota justo en el dispositivo que casi me hizo dejar el deporte, y por ello me puse a buscar una solución. Viendo que no había nada y en plena pandemia escribí a mi hospital de referencia, Hospital Vall Hebrón de Barcelona, al jefe de cardiología pidiéndoles opinión sobre el desarrollo de una solución como la que había imaginado. Su apoyo fue vital” explica.
Así es como se desarrolló Daiprox, una solución en forma de protección certificada, con marcaje CE, que permite practicar cualquier tipo de actividad física reduciendo el riesgo de daño por impacto en la zona del dispositivo.
Aunque al principio se había validado el producto con pacientes, su producción requería de un partner con experiencia y que entendiera que esta solución, que no era de masas, podía mejorar la calidad de vida de muchos pacientes. Finalmente, se alían con EMO, fabricante de Valencia, “un apoyo fundamental. Ellos aceptaron producir nuestra protección y así creamos una relación muy fructífera para ambas partes” explican.
El resultado, con modelo de adulto e infantil, es una estructura de neopreno de 2mm con protección interna de D3O® de 10mm de grosor modelo DECELL y que ha sido registrada como modelo de utilidad (U202000535) y que está marcada como EPI clase 1.
A la venta desde febrero de 2022, ha conseguido vender más de 1500 protecciones en más de 20 países y “la intención es continuar creciendo, mejorando las protecciones y adaptándonos a los nuevos dispositivos que van apareciendo en el mercado” explica Raúl.