A escasos días de la fecha límite, en la que la mayor economía del mundo se enfrentaría a un impago financiero, el Senado aprobó la legislación para elevar el techo de la deuda en una votación bipartidista
Tras la situación de las últimas semanas, generada por la inminente fecha límite del techo de deuda estadounidense, en la que seguía siendo difícil alcanzar un acuerdo entre ambos partidos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el 31 de mayo, la Cámara de Representantes aprobó la Ley de Responsabilidad Fiscal de 2023, por una abrumadora mayoría de 314 votos a favor y 117 en contra. Sin embargo, la incertidumbre aún no había terminado, ya que el Senado todavía tenía que aprobarla, a tiempo, para evitar una catástrofe.
A escasos días de la fecha límite, en la que la mayor economía del mundo se enfrentaría a un impago financiero, el Senado aprobó la legislación para elevar el techo de la deuda en una votación bipartidista de 63 a 36 votos y Joe Biden firmó el proyecto de ley el sábado 3 de junio.
El esperado acuerdo suspenderá el techo de deuda hasta el 1 de enero de 2025 y, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, la nueva ley generará un ahorro de más de 1,5 billones de dólares a lo largo de las próximas décadas. A pesar de algunos intentos, de última hora, de los ultraconservadores para que se aprobaran 11 enmiendas potencialmente negativas, todas fueron rechazadas en el Senado y el proyecto de ley se aprobó, finalmente, tal cual estaba.
Libertex analiza el significado de esta situación para los mercados mundiales y cómo deben reaccionar los inversores y los operadores.
¿Hora de reponer existencias?
Aunque el efecto en el mercado bursátil ha sido relativamente modesto desde la promulgación de la ley – con los principales índices estadounidenses, como el Dow Jones IA, el S&P 500 y el Nasdaq 100, registrando solo modestas ganancias entre el 1% y el 2% desde que se conoció la noticia – el impacto del aumento del techo de deuda no puede subestimarse en lo que respecta a Wall Street.
Los agentes del mercado no dudaron de que la legislación se aprobaría, ya que se ha visto cómo se elevaba el techo de deuda una media de una vez al año, desde 2001. Como resultado, gran parte de los beneficios del aumento del límite de deuda ya se habían descontado durante las subidas de las acciones estadounidense a principios de año. Pero si no se hubiera llegado a un acuerdo, las acciones se habrían hundido con toda seguridad.
Europa reaccionó, de la misma manera, con el índice Stoxx 600 ganando un 1,5% mientras que sectores individuales como la minería, el petróleo y el gas parecían tener mejores resultados, registrando ganancias medias de entre 3% y el 4%. Dada la suspensión a largo plazo del techo de deuda que implica la Ley de Responsabilidad Fiscal de 2023, el entorno favorable para las acciones parece que va a continuar (siempre que la Fed dé marcha atrás en su política agresiva, antes de fin de año). Por ello, ahora podría ser un buen momento para que los inversores, a medio y largo plazo, aumenten sus compras de acciones de descuento.
La situación del petróleo
La energía y las materias primas han reaccionado, aún más positivamente, a la noticia. Sin embargo, las razones de los mayores saltos en la minería, el petróleo y el gas son bastante complicadas y no está necesariamente garantizado que el Brent, el WTI y el Henry Hub respondan de la misma manera. Sin embargo, más allá del impulso general que supone, para todos los sectores, la salvación de la economía estadounidense del impago, la promesa de una inflación aún mayor por el lado de la oferta es un factor de crecimiento, por derecho propio, para estas clases de activos. Las materias primas energéticas son exactamente eso: commodities. Si la deuda estadounidense tiene vía libre para aumentar, lo que seguramente ocurrirá tras la eliminación temporal de este techo, el valor de los activos como el petróleo, el gas, el carbón y los minerales no puede sino aumentar. Esto supone una especie de doble golpe: la garantía de una mayor depreciación del dinero fiduciario está impulsando los precios de estas materias primas y el sentimiento económico, generalmente positivo, que rodea el hecho de evitar el impago está multiplicando este efecto.
La mayoría de las variedades de crudo se encuentran, ahora, firmemente por encima del nivel clave de 70 dólares por barril, con los futuros del Brent subiendo 1,85 dólares (o un 2,5%) para alcanzar los 76,13 dólares por barril y el crudo WTI estadounidense subiendo 1,64 dólares (o un 2,3%) para alcanzar un máximo de 71,74. Ahora sólo queda que la OPEP+ llegue a un nuevo acuerdo sobre recortes de producción, en medio del descontento saudí por el hecho de que Rusia no haya reducido la oferta, como se acordó en la anterior reunión del cártel. Si se logra la armonía, sería prudente esperar nuevas subidas del precio del petróleo, sobre todo ahora que se ha superado el problema del límite de la deuda.
Apuesta por el oro
En el momento álgido del pánico por el techo de la deuda, cuando parecía que no se llegaría a un acuerdo, sólo había un instrumento que parecía una apuesta segura. Como de costumbre, el oro ofrece seguridad y un inmejorable (hasta ahora) potencial de reserva de valor. Esto no significa que, ahora, los amantes del oro van a salir perdiendo. El aumento de la deuda nacional estadounidense sólo significará un dólar más débil a largo plazo, lo que supone más crecimiento por delante.
Aunque el metal amarillo se mantiene más o menos sin cambios tras el anuncio del acuerdo (el oro, de hecho, perdió un 0,1% en los días posteriores al anuncio), se trata más bien de una reacción instintiva al fortalecimiento inmediato del dólar estadounidense por la aversión a un impago, potencialmente devastador. A largo plazo, es difícil ver cómo la moneda puede evitar perder valor, a medida que se imprimen más billetes y se devalúa aún más el valor de la oferta monetaria existente. En cualquier caso, cualquier inversor serio debería tener algún tipo de asignación de oro para protegerse de la volatilidad a corto plazo. Sin embargo, teniendo en cuenta tanto los factores mencionados anteriormente como el incipiente superciclo de las materias primas, muchos analistas sugieren que el oro es una compra sólida a los precios actuales.
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Fuente Comunicae