El diagnóstico del cáncer viene acompañado de un significativo impacto en la situación laboral, familiar, económica y social de la persona enferma y de sus familiares, lo que hace necesario el apoyo a todos los niveles para que se mejore la atención y se reduzcan las consecuencias que la enfermedad tiene en su vida diaria. Por ello, y dado que el 38% de la población con cáncer está en edad laboral, la Asociación Española Contra el Cáncer ha impulsado la iniciativa ‘Todos Contra el Cáncer’ con el objetivo de mejorar, entre otros aspectos, esa atención y reducir el impacto que sufren las personas más allá de su salud. Todo ello para conseguir entre todos un gran reto: superar el 70% de supervivencia en 2030.
Desde la Asociación Española Contra el Cáncer se considera fundamental la colaboración de las empresas en ‘Todos Contra el Cáncer’, ya que pueden actuar de palanca de cambio y de apoyo a los trabajadores que tienen la enfermedad y a sus familiares a través de sus políticas de gestión. Por ello, con motivo del Día Internacional de Recursos Humanos, que se celebra el 20 de mayo, propone 4 medidas para que los departamentos de RRHH de las empresas puedan implantar y ayudar a estas personas:
Flexibilidad de horarios y posibilidad de teletrabajo: en cuanto la persona es diagnosticada de cáncer se suceden numerosas visitas a las consultas, así como asistencia a pruebas médicas o tratamientos. Por ello, es fundamental facilitar en la medida de lo posible la flexibilidad de horarios y el teletrabajo para que el empleado pueda adaptarse a su nueva situación y que repercuta lo menos posible en su vida profesional. Otra medida útil para el empleado puede ser la posibilidad de realizar descansos periódicos posteriores a pruebas o tratamientos por si fuera necesario hacer reposo. Se recomienda, además, que esta medida pueda aplicarse a los familiares, ya que en muchos casos actúan de cuidadores y/o acompañantes.
Readaptación de funciones o del puesto de trabajo: en determinados trabajos será necesario readaptar las funciones del empleado anteriores al diagnóstico o, incluso, cambiarle de puesto, de manera que no tenga que verse obligado a abandonarlo por incompatibilidad con la enfermedad.
Formación: en el caso de facilitar la readaptación de las funciones o del puesto de trabajo, también será necesario formar al trabajador con cursos que le permitan adquirir conocimientos y capacidades nuevas para facilitar su adaptación. Además, puede ser útil elaborar manuales con información para el empleado con cáncer.
Planes de salud: la empresa puede subsidiar planes de salud específicos para trabajadores con cáncer, organizar grupos de apoyo en distintas sesiones, proporcionar servicios de apoyo psicológico en la empresa y facilitar el acceso a un profesional experto que pueda resolver dudas de ámbito laboral, económico, etc. Asimismo, dentro de este ámbito de planes de salud en el trabajo, la empresa puede desarrollar programas de prevención encaminados a fomentar hábitos de vida saludable en el entorno laboral y proteger el bienestar y la salud de los empleados.