Las empresas conocen lo importante que es la formación para sus trabajadores, en los tiempos que corren, es un factor fundamental para crecer y tener éxito.
Sin embargo, las empresas tienen limitaciones de tiempo y costes a la hora de realizar formación, el presupuesto de formación suele ser el primero en desaparecer. Puede ser complicado justificar los costes de formación sin cifras concretas que respalden el retorno de esta inversión, mal llamada por alguno como gasto.
Además en España existe lo que se denomina formación bonificada que permite a las empresas acceder a cursos a coste cero para sus empleados, ya que parte de las cotizaciones a la seguridad social de la entidad se pueden utilizar para realizar cursos bonificados como en www.cursosbonificados.org.es
De todas formas, con independencia de que exista la posibilidad de poder subvencionar la formación a través de las cotizaciones que realiza la empresa a la seguridad social esté no deber el motivo que anime a las empresas a realizar formación, sino la rentabilidad o ROI de la formación y su impacto positivo en la empresa.
Algunas investigaciones como las realizadas en Estados Unidos por la Dra. Laurie Bassi, especialista en formación y gestión de recursos humanos comprobó que el ROI o retorno de la inversión en formación llega de media al 300% en las empresas americanas.
Además esta investigación aporta otros interesantes datos como que la formación aumenta en más de un 20% la productividad, tiene un impacto también favorable en los beneficios disparándolos de media en casi un 25%, fideliza a los trabajadores y baja en más de un 300% que se vayan a otras empresas, disminuye, por tanto, la fuga de talento.
Algunas investigaciones certifican que una buena inversión en formación mejoran el valor de la empresa, por ejemplo The Association for Talent Developmentrealizó otro estudio donde por cada 600 euros que se invertía en formación por cada trabajador, la empresa mejoraba un 6% su retorno de dividendos.
Otro estudio demuestra que las empresas del SP500 que invertían en la formación de sus empleados generaban un rendimiento del 37% para los accionistas frente al resto que solo alcanzaba el 25%.
Los directivos y CEO de muchas compañía lo tiene claro,un plantilla que está sujeta a un plan de formación es mucho más rentable que una que no tiene ninguno, además otros de los factores que se valoran positivamente en la inversión de formación es su capacidad de fidelizar a los empleados y así evitar que se vayan a la competencia.
Algunos estudios reflejan que los empleados con poca formación y que no se invierte en ellos en esta partida tiene más de un 40% de probabilidades de dejar la empresa, mermando el propio conocimiento de la compañía y haciéndola más vulnerable ante la competencia.
Además lo anterior dispara los costes de contratación y selección de la empresa que se ve abocada continuamente a reclutar personal, impactando negativamente su cuenta de resultados, ya que el gasto de selección siempre es mucho mayor que la inversión en formación.
Otro estudio demuestra que los clientes perciben de forma negativa aquellas empresas donde el personal rota con mucha facilidad, puede ser un signo de una compañía obsoleta, que no cuida de sus trabajadores por lo que existen dudan razonables de que NO lo haga con sus clientes.
Podemos llegar a la conclusión que invertir en formación tiene una correlación directa y positiva en la empresa: mejores resultados económicos, productividad, personal más incentivado y gran competitividad en mercados cada vez más cambiantes.
La formación constituye una de las áreas más importantes de la gestión de los recursos humanos y uno de los pilares que deben asentarse en cualquier entidad, de hecho, cuando las empresas crecen se suelen crear departamentos en exclusividad para gestionar la formación y talento de la empresa, incluso como un área independiente del área del recursos humanos.