La estación invernal es siempre la más difícil para las viviendas, porque son las más expuestas a los elementos y a las condiciones climáticas adversas
Lo mismo ocurre, naturalmente, con los tejados de empresas, oficinas, gimnasios y locales comerciales en general. Por este motivo, a menudo es necesario un mantenimiento y unas reparaciones extraordinarias, sobre todo de los tejados.
Para remediar este problema, se puede recurrir a empresas especializadas que fabrican sistemas adecuados para proteger eficazmente tejados y edificios.
Según expertos en la reparación de tejados en Asturias, las cubiertas de tejado tienen básicamente la misión de proteger los edificios de la lluvia, las fuertes nevadas y el viento y reducir la pérdida de calor.
La cubierta del tejado, que es también la capa más exterior, garantiza la impermeabilidad, mientras que la estructura portante debe soportar la cubierta.
Cuando no se trata de una casa, sino de otras estructuras como cobertizos industriales o cenadores, se puede optar por cubiertas de tejado ligeras o cubiertas de tejado de chapa, que cumplen eficazmente su cometido.
Tipos de estructuras y cubiertas de tejado
En cuanto a las cubiertas de tejado, se pueden identificar dos tipos principales: continuas y discontinuas.
En las cubiertas continuas, los elementos que componen la cubierta impermeable están perfectamente unidos y anclados entre sí, lo que garantiza un sellado perfecto contra el agua. Esta categoría incluye las cubiertas de tejado realizadas con revestimientos bituminosos o sintéticos, con láminas bien soldadas entre sí y cubiertas de tejado metálicas con juntas de drenaje.
En cambio, las cubiertas discontinuas tienen una estructura diferente y requieren pendientes superiores a 5°. Esta categoría incluye sistemas de techado caracterizados por tejas, paneles aislantes y chapas onduladas.
Las distintas formas de los tejados
Otro aspecto que merece una mayor investigación es el diseño de los tejados. Independientemente del material utilizado, se pueden identificar tres tipos: cubiertas planas, cubiertas inclinadas y cubiertas curvas.
– Los tejados planos alcanzan una pendiente inferior a 3°, que en cualquier caso es suficiente para garantizar el drenaje del agua. A su vez, los tejados planos se dividen en practicables y no practicables. Los que son practicables son accesibles a las personas y están equipados con protección y pavimento contra el riesgo de hundimiento. Los que no son practicables, en cambio, están vedadas a las personas, salvo que sea necesario realizar trabajos de mantenimiento.
– Los tejados inclinados tienen una pendiente superior a 4°. Pueden tener pendientes mínimas del 10% en estructuras industriales, hasta pendientes del 200% que se encuentran fácilmente en casas de montaña que tienen que soportar grandes cargas de nieve.
El material también debe elegirse en función de la inclinación de las pendientes, existen principalmente 3 materiales para las cubiertas: hormigón, madera y hierro.
Las láminas corrugadas o los paneles aislantes, por ejemplo, requieren pendientes menores que las cubiertas de ladrillo.
En cuanto a las cubiertas, las soluciones más populares son los tejados de teja.
Luego están los materiales de última generación, que también son más baratos, como la chapa trapezoidal o las planchas de fibrocemento.
– Por último, están los tejados curvos, que se caracterizan por su forma abovedada y su pendiente no rectilínea. Tienen características bastante similares a los tejados a dos aguas, pero, en comparación con éstos, no tienen línea de cumbrera, es decir, una línea horizontal situada a la altura máxima del tejado. Sobre las cubiertas curvas es posible instalar cubiertas continuas o discontinuas.
Clasificación de las cubiertas en función de su accesibilidad y uso previsto
A la hora de elegir un tejado, hay que evaluar la accesibilidad y el uso previsto.
Algunos tejados pueden ser accesibles tanto para peatones como para vehículos ligeros y pesados. Otros, en cambio, sólo son accesibles para fines de mantenimiento, o para el mantenimiento de las instalaciones. Luego están los tejados ajardinados, es decir, tejados que resisten perfectamente tanto las tensiones mecánicas como las químicas.
Desde el punto de vista del uso previsto, pueden distinguirse cuatro tipos principales de cubiertas:
-Tejados para la construcción de viviendas.
-Cubiertas para edificios industriales.
-Tejados para edificios comerciales.
-Cubiertas para edificios deportivos.
Tejados por tipo de aislamiento
Por último, hay que evaluar el tipo de aislamiento, que puede variar en función de varios factores, empezando por la ubicación del edificio y las condiciones climáticas del entorno. Se pueden distinguir tres tipos: cubierta fría, cubierta caliente y cubierta ventilada.
– El tejado frío cubre un ático inhabitable. En este caso, el elemento que se debe aislar es el último marco, por lo que no es necesario aislar el techo.
– El tejado caliente, típico de un ático, separa la zona habitable y el exterior. Por tanto, en este caso debe estar perfectamente aislado.
– El tejado ventilado es similar al tejado cálido, con la diferencia de que se añade una cavidad para favorecer la ventilación, sobre todo en previsión de los meses más cálidos.
El tejado es una parte importante de la construcción de una casa o edificio, ya que protege la estructura y sus contenidos de las inclemencias del tiempo y los elementos externos.
Por lo tanto, elegir el tejado adecuado es crucial para asegurar la durabilidad, seguridad y eficiencia energética de la edificación.
Al recurrir a profesionales para elegir el tejado adecuado, estos deben tener en cuenta el estilo arquitectónico y el presupuesto disponible.
«Es importante considerar factores como la durabilidad, la resistencia a las inclemencias del tiempo, el aislamiento térmico y acústico, la facilidad de mantenimiento y la estética».
Fuente Comunicae