Según el Informe Europeo de Pagos de Intrum, el 64% de las entidades es consciente de que, si no se toma en serio sus responsabilidades ambientales, perderá clientes rápidamente
Las compañías son, actualmente, uno de los principales agentes de cambio. Esto ha llevado a que la sostenibilidad empresarial, entendida como la capacidad de una entidad para realizar sus actividades teniendo en cuenta los denominados factores ESGs (ambientales, sociales y de gobierno corporativo), tome más relevancia que nunca. Tanto para hacer crecer al negocio y mejorar su reputación e imagen, como para garantizar su impacto positivo a todos los niveles.
Así lo avala el Informe Europeo de Pagos de Intrum, que refleja que, durante el último año, el 60% de las empresas españolas ha incrementado significativamente sus esfuerzos para ser más sostenible.
Una de las razones de esta mayor implicación es que lo ven como un pilar fundamental para mantener a sus clientes, especialmente en lo que respecta a los criterios ambientales. Según el estudio elaborado por la firma de servicios de gestión de créditos y activos, el 64% de las organizaciones es consciente de que, en caso de no tomarse en serio sus responsabilidades en ámbito medioambiental, perderá clientes rápidamente.
Esta cifra sitúa a España como el país europeo más concienciado sobre la importancia que ahora mismo dan los consumidores y la sociedad a esta cuestión. En concreto, de las 29 regiones analizadas, las organizaciones españolas estarían en el primer puesto, únicamente igualadas con las de Suecia (64%), y ocho puntos por encima de la media europea (56%). En el otro extremo del ranking estarían las búlgaras (44%), las italianas (44%) y las irlandesas (50%).
De hecho, las compañías ya están comprobando cómo la sociedad les reclama un mayor compromiso, ya que el 55% afirma que sus clientes le piden cada vez más que rinda cuentas por su impacto ambiental, siendo consciente de que no comprarán sus productos o servicios si no es responsable con el planeta. Un porcentaje que también estaría muy por encima de la media europea, con un 46% de organizaciones que hacen esta afirmación. Incluso, el 42% del entramado empresarial español cree que, de no mejorar la gestión del impacto del calentamiento global, su negocio podría cerrar en los 10 años siguientes.
Aunque este enfoque sostenible podría parecer simplemente una cuestión de negocio, también está relacionada con la propia concienciación de las empresas. Tal y como muestra el Informe Europeo de Pagos, el 59% de las organizaciones defiende haber adquirido en el último año una mayor sensibilidad ante el riesgo climático y la necesidad de lograr que su negocio sea más resiliente.
Asimismo, el estudio elaborado por Intrum revela que, a pesar del esfuerzo, muchas empresas reconocen que no son tan sostenibles como les gustaría, entre otras cuestiones, por el incremento de impagos por parte de sus clientes: 7 de cada 10 entidades indican que, si recibiesen antes los pagos de sus deudores, invertirían más dinero en mejorar sus resultados en materia de sostenibilidad.
Estos datos reflejan la necesidad de que, en un contexto de incertidumbre económica, sea más importante que nunca que las compañías contribuyan al desarrollo responsable, adoptando una visión más holística de la sostenibilidad y yendo más allá de la compensación de emisiones CO2, la contribución a la sociedad o el impulso de acciones de buen gobierno. Ahora, es necesario que este concepto incluya también las relaciones comerciales, cadenas de suministro, cadenas de valor a clientes y esferas de influencia más amplias.
Fuente Comunicae