Cuando hay que acometer una excavación para realizar algún vaciado y comenzar obras, no es tan sencillo como tan solo meter la máquina y empezar. Hay varias cosas a tener en cuenta previamente.
Previamente habrá que realizar una prospección que dé información relevante de lo que se puede encontrar bajo tierra antes de remover el terreno original.
Este tipo de actuaciones, muy habituales cuando se van a levantar nuevos edificios y se necesita poner unas bases sólidas, tiene aún más importancia cuando se hace en solares que están rodeados de otros edificios y se encuentran en el centro de ciudades. En los últimos años, han proliferado este tipo de actuaciones cuando los propietarios han vendido edificios que no tenían uso y que han sido una oportunidad para promotores que buscaban el centro de las principales localidades para levantar un nuevo bloque de viviendas.
Desde Excavaciones Angulo ponen el foco en algunos riesgos de no hacer bien la labor y trabajo.
“Mover tierra conlleva una serie de riesgos que hay que saber controlar y anticipar. En primer lugar, hay que tener claro el espacio en el que se va a realizar para evitar que edificios colindantes puedan sufrir algún daño por la actuación” explican.
Pero no es el único riesgo. Es necesario conocer bien cuál es el terreno para evitar inundaciones en caso de que haya canalizaciones de agua o acuíferos subterráneos, pero, sobre todo, hay dos situaciones que hay que evitar.
- Vuelco de vehículos: aunque no es algo habitual, pasa más a menudo de lo que se piensa. Según se va avanzando en el agujero, hay vehículos que sufren el riesgo, por la pendiente, de volcar. Por ello, es necesario que los profesionales sean capaces de preparar el terreno para que los vehículos se muevan de forma segura, sin pendientes demasiado pronunciadas y con espacio para moverse de forma cómoda por la superficie.
- Caídas del personal: aunque se da muy poco, es cierto que ante este tipo de actuaciones hay que extremar las precauciones y dotar a los trabajadores no solo de políticas de prevención laboral sino de elementos de seguridad que garanticen que los pequeños incidentes no tengan consecuencias.
“Realizar una excavación no es meter la máquina. Es tener en cuenta, antes muchas otras cosas. Realizar un estudio geotécnico, localizar las conducciones para evitar roturas de tuberías, conocer y prever las sobrecargas estáticas y, sobre todo, contar con profesionales y hacerles caso” concluyen.