El río Huebra es el lugar escogido por el autor para establecer el vínculo de las tres historias paralelas ambientadas en distintas épocas que se narran en la novela
El escritor Carlos García Vaquero irrumpe con fuerza en el sector literario con su obra Inquilino ancestral (Ediciones Ruser). En esta novela de ficción histórica, el autor despliega su talento narrativo para construir tres historias, ambientadas en la prehistoria, la invasión de los romanos en la península ibérica y el 2009, unidas por una misteriosa entidad o presencia que perdura a lo largo del tiempo en una zona del río Huebra.
«Siempre he sido muy curioso. Con los años comencé a interesarme por la historia. Primero por la cercana; luego por la antigua; después por la prehistoria, y de ahí, retrocediendo, pasando por la evolución humana, la formación de la tierra, la de las galaxias, y tal, hasta el Bing Bang y más allá. Digamos que lo quiero saber todo, soy un cotilla».
De esta manera, los lectores se sumergirán en la travesía de la familia neandertal de Rondonn en su viaje por una Europa invernal en la que deberán sobrevivir a los reveses que se encuentran por el camino, además de luchar por la supervivencia de su especie; en la prueba de iniciación, el joven Togoti, un niño celta de apenas once años, que busca no solo obtener el título del guerrero más joven en plena invasión romana, sino la aprobación y el orgullo de su padre, y en las dificultades que afrontan José Tomás y Azucena, un matrimonio agricultor que se enfrenta no solo a la aparición de feroces animales que merodean por los alrededores de sus tierras, sino también a la cruda realidad de una enfermedad que se cierne sobre uno de ellos.
«Si hay algo que me caracteriza como escritor es la imaginación, ando muy sobrado de ella. Ha sido divertido, es como vivir en un año, tiempo que tardé en escribir la novela, en tres épocas distintas».
El gran talento del autor es hacer de la complejidad de la estructura argumental una trama que resulta sencilla y muy eficiente, logrando que el lector se sienta en todo momento arropado por la atmósfera de los tiempos que se relatan, la fragancia de los bosques, el frío de las montañas o el miedo de un posible ataque animal.
Carlos García Vaquero ha conseguido crear la novela perfecta: unos personajes verosímiles, una trama bien elaborada y exquisitamente documentada, una ambientación soberbia y un misterio que mantiene a los lectores intrigados hasta el sorpresivo final.
«Más que de la forma de convivir, podemos aprender mucho de los personajes de las dos primeras historias, la de los neandertales y la de los vetones (pueblo celta), de su forma de vida y de su respeto tanto a la naturaleza, a nuestra Madre Tierra, como a sus mayores».
Ciertamente, una propuesta impactante que recuerda la certeza de una frase que siempre se ha dicho y que cobra más fuerza que nunca en esta novela: «La naturaleza es sabia».
Inquilino ancestral ya está disponible en las librerías para aquellos lectores que busquen una historia que perdure en su memoria por mucho tiempo.
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«Inquilino ancestral», de Carlos García Vaquero
Fuente Comunicae