ión de nuestro cuerpo. De media, los españoles dedicamos unas cuatro horas al teléfono móvil, y es una cifra que va en aumento sobre todo entre la población joven. Pese a que no hay duda del gran abanico de ventajas que ofrece nuestro dispositivo, es importante también estar atentos a la parte perjudicial. Aumento del estrés y la ansiedad, menos capacidad de concentración, insomnio o distanciamiento social son algunas de las consecuencias del abuso del móvil. Por este motivo, Cofidis lanza la campaña De la pantalla a la vida, que a través de un experimento social tiene como objetivo concienciar sobre el abuso de la tecnología.
El experimento social De la pantalla a la vida consiste en invitar a cuatro personas a un supuesto evento. La sala de espera, el verdadero escenario de esta acción, está equipada con cámaras ocultas y decorada con motivos que hacen referencia a las pasiones de los invitados. Mientras esperan, todos los participantes deciden pasar el tiempo consultando sus redes sociales o hablando por teléfono, sin parar atención a los objetos de su alrededor, que esconden regalos personalizados para cada uno de ellos.
Esta acción también tiene su versión en las redes, donde los usuarios pueden convertir el tiempo que pasan el teléfono en tiempo para disfrutar fuera de la pantalla. En este sentido, Cofidis anima al espectador a realizar un cuestionario sobre hábitos e intereses relacionados con el móvil que termina desvelando el tiempo que pasa cada persona conectada. Finalmente, se ofrecen propuestas al usuario para invertir ese tiempo en actividades que realmente alimenten sus pasiones.