Con más del 90% de los mayores de 12 años ya vacunados con pauta completa, la menor virulencia de la variante Omicron y la actual reducción de la presión hospitalaria, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aboga por la retirada de mascarilla en interiores y focalizar los esfuerzos en proteger a las personas más vulnerables. Una medida que ya comparten países como Bélgica, Dinamarca, Reino Unido o Suecia; y que han anunciado Francia e Italia.
OCU considera que, de momento, su uso solo debería mantenerse en espacios cerrados con una elevada presencia de personas vulnerables, como es el caso de las residencias, los hospitales y los centros de salud, pero también donde puedan producirse aglomeraciones, como el transporte público, especialmente en horario punta.
Por último, OCU considera que el recurso de la mascarilla sigue siendo útil en personas vulnerables o con familiares convivientes vulnerables. Por ejemplo, personas con enfermedades crónicas de tipo respiratorio, cardiaco, neurológico o con el sistema inmunológico débil.
Esta información ha sido elaborada por un equipo de profesionales sanitarios, nutricionistas, tecnólogos de los alimentos, estadísticos, editores y diseñadores de OCU que, en colaboración con laboratorios independientes, analizan desde 1975 los principales productos y servicios de salud y alimentación. Su trabajo se sustenta en los principios de la evidencia científica, la calidad, la eficiencia y la sostenibilidad, pero sobre todo en la independencia que le proporcionan sus más de 200.000 socios activos.