Trabajar en una Start-up es atractivo, y las empresas lo saben. Así se desprende de la Guía del Mercado Laboral 2022, elaborada por HAYS, donde se aprecia que solo el 28% de las Start-ups teme por una fuga de talento más alta de lo habitual en sus equipos, mientras que sucede en el 46% de las grandes empresas y el 37% de las PyMEs.
Además, el 66% de las empresas emergentes manifiesta tener dificultades para encontrar profesionales cualificados para determinadas posiciones, un porcentaje relativamente bajo comparado con la situación en grandes empresas y PyMEs, donde esta problemática se eleva a un 83% y 84%, respectivamente.
Miguel Miranda, Key Account Manager en HAYS Technology, asegura que “las Start-ups desde fuera son más atractivas. Entornos ágiles y dinámicos, estructuras más horizontales y equipos de trabajo interdisciplinares que enriquecen mucho al trabajador ya que se nutre de otros perfiles con los que seguramente no tendría relación en una gran empresa. Todo esto añadido a que el trabajador tiene mayor visibilidad e incluso la oportunidad de participar en toma de decisiones estratégicas que en una gran empresa quedaría reservado al Management, hacen que ganen puntos frente a las grandes corporaciones”. “Además, hay que tener en cuenta que nos encontramos frente a una cultura cortoplacista en la que muchos trabajadores prefieren trabajar en una Start-up dado que pueden optar a un crecimiento profesional más acelerado”, añade Miranda.
Otro de los aspectos más valorados por los empleados es la transparencia salarial, algo que las Startups también tienen aprendido. El 37% de los trabajadores de este tipo de compañías considera que hay suficiente transparencia en cuanto a los rangos profesionales y los sueldos. Sin embargo, solamente el 14% de los empleados en grandes empresas y el 15% de los que trabajan en PyMEs se muestran satisfechos con este tipo de transparencia.
Las Start-ups también se distinguen de las demás empresas por lo que respecta al teletrabajo; una de las principales consecuencias de la pandemia en el ámbito laboral. Se trata de las que más tienden a implementarlo al 100%, ya que el 23% lo aplica, según la Guía del Mercado Laboral 2002. Además, los trabajadores de este tipo de empresa son los más satisfechos con el modelo de presencialidad/teletrabajo establecido tras la desescalada (77%).
Implementación de la jornada de 4 días
Las Start-ups son las que mayoritariamente apuestan por la viabilidad de la implantación de la jornada de 4 días, teniendo en cuenta que un 39% considera que sería posible mantener el mismo nivel de facturación y productividad. También destaca que un 36% considera que sería posible implantarla sin las ayudas del Gobierno, enfrente al reducido 14% en Pymes y el 19% en Grandes Empresas.
“Las Start-ups se caracterizan por tener procesos de trabajo altamente eficientes donde ya prima la productividad, antes que la cantidad de horas trabajadas. Además, la mayoría son empresas jóvenes y flexibles, donde se facilita mucho la conciliación familiar. Con lo cual, no es de extrañar que sean precisamente las Start-ups las que vean con mejores ojos la adopción de la jornada de 4 días. No obstante, más de la mitad manifiestan que no tienen planes de implementar este modelo en el corto plazo ya que, entre otras cosas, consideran que su punto de equilibrio es razonablemente óptimo”, concluye Miranda.