Las personas empleadas suelen invertir muchas horas en el trabajo, lo que suele dar lugar a la creación de vínculos afectivos entre los miembros de una misma plantilla y más allá de la amistad. Se trata de un hecho común en muchas empresas, por lo que algunas optan por prohibir estas relaciones sentimentales corporativas. Pero, ¿es bueno que las empresas delimiten este ámbito de la vida privada entre sus trabajadores?
Según una reciente encuesta elaborada por la consultora de recursos humanos HAYS con más de 7.000 respuestas, tan solo un 6% de las personas encuestadas tiene un código interno o cláusula contractual sobre ello, mientras que un 31% lo desconoce. Por otro lado, más de la mitad de los trabajadores (63%) asegura que su compañía da libertad en este ámbito.
Fernando Calvo, People & Culture Director en HAYS España, afirma que las relaciones entre trabajadores de una misma empresa es un tema que debe tratarse con madurez. “Este tema es como ponerle puertas al campo; las relaciones personales en el trabajo se dan y eso en ocasiones conlleva que se lleven más lejos de los estrictamente profesional”, explica Calvo.
Los trabajadores tienen una opinión muy clara al respecto: el 91% considera que las empresas no deben prohibir las relaciones sentimentales entre los miembros de una misma plantilla, mientras que solo el 9% cree que las compañías sí deben prohibirlas. “Hay empleados que creen que no se deben mezclar lo profesional con lo personal, pero como demuestra la encuesta, es tan solo un pequeño segmento”, apunta.
Fernando Calvo comenta que previamente trabajó en una compañía que en su Código de Conducta recogía la obligación de poner en conocimiento del Manager o responsable estos hechos. Lo cierto es que en la práctica esto ocurría pero no por el Código de Conducta, sino porque las personas gestionan estas situaciones de modo natural. “Todos somos conscientes de los riesgos que esto conlleva y las personas cuando estas relaciones se ‘oficializan’ tienden a comentarlo previamente de un modo privado para que se analicen posibles riesgos”, añade.
Sobre cómo sobrellevar este tipo de situaciones, Calvo sugiere que “lo importante es ser profesional. Es cierto que cuando estas relaciones se producen dentro de un mismo equipo, la compañía debe intervenir pero más por temas de conflictos de interés. Por ejemplo, que un Manager tenga analizar la revisión salarial de una persona con la que tiene una relación sentimental o el momento en que una relación sentimental termina. Son hecho que pueden ser complicados y requieran el apoyo de superiores para que no afecte al normal desarrollo de las tareas”.
Finalmente, People & Culture Director opina que “son situaciones que pasan y que hay que gestionar con naturalidad como una más de las que se produce en los grupos humanos. Seguro que todos conocemos a alguien que hoy no estaría aquí si en la empresa de sus padres se hubiera sido muy inquisitivo con las relaciones entre compañeros y las personas de Recursos Humanos hubieran hecho un despido improcedente a Cupido”, concluye.