En 2021 las ventas de coches eléctricos han aumentado un 32% y se espera que este año lo hagan aún más por las crecientes restricciones a la circulación de vehículos con motor de combustión en las grandes ciudades. Con el fin de apoyar la movilidad sostenible y para ayudar a los conductores en la elección de compra de este tipo de automóviles, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 25 modelos 100% eléctricos, destacando dos por su buena relación calidad precio:
Hyundai Ioniq eléctrico. Precio: desde 34.210 euros (27.210 euros con la ayuda del Plan Moves III). Potencia: 136 CV. Longitud: 4,47 metros. Autonomía eléctrica: 240 km. Consumo: 3,2 euros/100 km. A favor: Un consumo de electricidad muy bajo y un precio ajustado. En contra: escasa visibilidad a través de las ventanillas y los retrovisores.
Peugeot e-2008. Precio: desde 32.650 euros (25.650 euros con la ayuda del Plan Moves III). Potencia: 136 CV. Longitud: 4,30 metros. Autonomía eléctrica: 230 km. Consumo: 4,0 euros/100 km. A favor: La amplitud de su espacio interior y una buena iluminación. En contra: el panel de mandos no es especialmente cómodo de usar.
Los resultados del análisis, publicados en la revista Compra Maestra de enero, destacan que con las ayudas del Plan Moves III (hasta 7.000 euros de descuento), los eléctricos salen a cuenta: a partir de los 100.000 km recorridos se compensa su mayor precio respecto a un coche similar con motor de combustión. Y eso a pesar de las últimas subidas del coste de la electricidad, que ha encarecido en 257 euros su recarga anual. Además, el coche 100% eléctrico contribuye a reducir la contaminación, al tiempo que permite acceder a zonas urbanas de bajas emisiones, que irán desarrollándose estos años en las ciudades de más de 50.000 habitantes.
No obstante, OCU considera que siguen faltando electrolineras. Primero, en los propios municipios: apenas hay estaciones de recarga públicas con precios razonables que eviten la necesidad de tener una plaza de parking propia para poder cargar el coche. Y segundo, en las carreteras: salvo en nacionales y autopistas, no hay electrolineras de carga rápida cada 50 km, tal y como sería deseable para garantizar los viajes con este tipo de vehículos.
Por último, OCU critica las elevadas tarifas de las estaciones de recarga. Por ejemplo, con Ionity el coste de una carga rápida de 40 kWh puede alcanzar los 31,60 euros, casi el doble que otras estaciones y seis veces más que hacerlo en casa. Un precio que puede ser incluso superior si se emplean aplicaciones de carga diferentes a la de la estación (especialmente Plugsurfing, pero también Chargemaps).