La gestión de residuos lleva años siendo una de las protagonistas de todo el sector empresarial.
Mientras que antes apenas se prestaba atención a dónde verter ciertos productos desechados, cada vez son más las empresas que han dado un paso al frente y han apostado por instalar contenedores de basura industriales en sus naves para poder dar buena cuenta de la separación de residuos necesaria para incorporar la política de reciclaje en sus compañías y colaborar con políticas medioambientales.
Cada año, para dar relieve a este tema, se generan más de 10000 millones de toneladas de residuos en el planeta, una cifra nada desdeñable que, de no ser gestionada de forma correcta, podrá suponer en un plazo no muy largo, un verdadero problema para la salubridad.
Basta echar un vistazo a la situación de los mares para ver que los vertidos y microplásticos cada vez son los motivos más habituales entre los ecosistemas marinos que sufren e incluso se extinguen.
Pese a que en los últimos años los residuos peligrosos decrecieron muy considerablemente en el sector industrial, lo cierto es que aún siguen suponiendo un alto porcentaje del residuo a gestionar. Por suerte, las Comunidades Autónomas tienen política de recogidas de ellos para garantizar su correcta gestión y destrucción, evitando contaminaciones de zonas verdes, ríos e incluso de vertidos peligrosos en zonas no correctas.
Contar con contenedores de gran tamaño y adaptados para cada tipo de residuo es el primer paso, imprescindible, para que un gestor autorizado sea capaz de recogerlos.
“Cada vez hay más multas relacionadas con la mala gestión de residuos industriales. La investigación de las autoridades es clave para la apuesta sostenible de las políticas europeas en lo que a deshechos se refiere. Se ha visto, de hecho, su importancia durante los meses de mayor incidencia, donde la gestión del residuo sanitario y biológico ha sido también clave para frenar la pandemia” explican expertos del sector.
Tanto es así que los fabricantes, desde el primer momento, tienen en cuenta el tipo de contenedor para cada sector económico. La agricultura, pesca, acuicultura, industria, construcción, servicios y hogares tienen algo en común: necesitan contenedores pensados para cada actividad porque residuos, van a generar.