Hace años que el comercio online irrumpió en nuestras vidas y poco a poco ha ido ganando adeptos y terreno, algo que se ha visto potenciado durante este último año debido a la virulencia de la pandemia mundial.
Y es que, si bien es cierto que parece que se comienza a ver la luz al final del túnel, todo gracias a las vacunas, no es menos cierto que la crisis sanitaria trajo consigo cambios, no solo para las personas sino también para una enorme cantidad de negocios.
El comercio tradicional tal y como se entendía antes de la aparición de internet se ha visto obligado a adaptarse a los nuevos tiempos para lograr sobrevivir a esta crisis, lo que sin duda ha supuesto un enorme reto para aquellos a los que esto de la digitalización les ha pillado muy próximos a la jubilación.
Aquellos que poseían tiendas especializadas de alimentación, es decir, pescaderías, fruterías o carnicerías, entre otras, comenzaron a utilizar las redes sociales para mostrar a sus fieles clientes sus productos, recogían los pedidos por teléfono y servían a domicilio los pedidos efectuados.
Más de lo mismo sucedió con todos esos pequeños negocios locales que abundan en cualquier barrio, así como con la castigada hostelería, en ambos casos obligados a ofrecer sus productos a domicilio para intentar subsistir, algo, que por desgracia, no todos han logrado.
Y es que, en esto del envío a domicilio los grandes negocios de venta online llevan ventaja pues poseen toda la maquinaria e infraestructura necesarias para que el producto llegue a casa del cliente en perfecto estado en el menor tiempo posible.
Sin embargo, y tal y como indican desde Fullpack, empresa dedicada a la venta y distribución de productos y maquinaria para embalaje, “no todos los negocios poseen las mismas necesidades en lo relativo al embalaje de productos. Y es que, mientras un producto delicado o frágil deberá llevar un embalaje que le proporcione una mayor protección que cualquier otro que no se considere frágil o delicado, otros, caso de los productos alimenticios, deberán contar con un embalaje completamente diferente, que, en muchos casos, habrá de servir para mantener su temperatura”.
En cualquier caso, lo importante en esto de la venta a domicilio es que el producto, se trate de lo que se trate, conserve toda su calidad, algo difícil de conseguir si no se embala adecuadamente.
Pocos le presten atención, pero lo cierto es que el embalaje de cualquier paquete que se recibe es tan importante como su contenido.