El uso masivo de geles hidroalcohólicos como protección frente a la Covid-19 ha multiplicado por diez las intoxicaciones en nuestro país, que han pasado de 90 durante 2019 a casi 900 en los primeros diez meses de 2020, según el Servicio de Información Toxicológica. De ellas, 585 las habrían sufrido niños (368 eran menores de dos años).
Aunque la mayor parte de las intoxicaciones se produjeron por vía oral, destacan por su especial peligro las lesiones oculares (7% del total). De hecho, el equivalente francés del Instituto Nacional de Toxicología comunicó un incremento de hasta siete veces el número de lesiones oculares en niños; al menos seis casos sufrieron daños en la córnea.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda a los padres mantener los geles hidroalcohólicos lejos del alcance de los niños y estar atentos a los dispensadores comunitarios, colocados a menudo a la altura de los ojos de los menores: no son raros los casos de intoxicaciones en espacios públicos, como tiendas, restaurantes o instalaciones deportivas.
Además, OCU recuerda que:
1. Los geles solo deben usarse cuando no haya disponible agua y jabón, que siempre debe ser la alternativa preferente y además resulta mucho menos agresiva.
2. No debe abusarse de su empleo. Los geles son productos con un elevado porcentaje de alcohol que pueden terminar causando lesiones en pieles sensibles.
3. Cuidado con los geles en spray, ya que tienen un alcance más amplio, sobre todo si son muy líquidos. Debe evitarse cualquier contacto con los ojos, las mucosas y las zonas dañadas de la piel.
4. En caso de ingestión debe llamarse inmediatamente al 915 620 420 (Servicio de Intoxicación Toxicológica), al 112 o acudir a urgencias.
5. Si el gel cayó en el ojo, se recomienda lavarlo con agua corriente durante al menos 15 minutos, bajo el grifo o con la ducha. Si persisten las molestias, se debe consultar con el médico.