Los nuevos costes de origen regulatorio que el comercio en España soporta anualmente ascienden a 1.774 millones de euros. De esta cantidad, 514 millones de euros corresponden a gastos directamente derivados de las medidas de seguridad implantadas en los comercios para luchar contra el Covid-19 y seguir prestando servicio con la máxima seguridad sanitaria para clientes y trabajadores, lo que permite abastecer a la población de todos los productos necesarios para su bienestar.
Estas cifras están recogidas en el informe sobre ‘Nuevos costes soportados por el sector comercial en España’ realizado por la Comisión de Competitividad, Comercio y Consumo (C4) de CEOE y presentado este miércoles en Junta Directiva.
El estudio cuantifica los principales costes de reciente aparición que soporta el sector comercial, tanto por parte de las empresas -muchos de ellos, fruto de nuevas regulaciones-, como por parte de los consumidores. Estos costes están teniendo un gran impacto en las cuentas de resultados de las compañías y de las economías familiares.
De hecho, 299 millones de euros son soportados directamente por los consumidores, que están asumiendo cargas impositivas cada vez más importantes, como por ejemplo el incremento del IVA de bebidas azucaradas y edulcoradas, lo que provoca una contracción del consumo. A ellos se unen los 1.475 millones de euros que soportan directamente las empresas comerciales y que dificultan la necesaria recuperación económica de este sector.
Según el informe, cualquier establecimiento comercial en España está afectado por más de 3.000 normas europeas, nacionales, autonómicas y municipales. El informe incluye, entre otras recomendaciones, evitar añadir al sector costes externos evitables que dañen su competitividad y afecten a su recuperación tras la crisis del Covid‐19.
La metodología seguida para el estudio de cada coste que soporta el retail ha consistido en la recopilación de datos directos de las empresas del sector del comercio compilados por las asociaciones sectoriales, la información y estadísticas provenientes de fuentes oficiales estatales, así como de datos emitidos por fuentes sectoriales específicas.
El sector comercio supone el 13% del total de la economía española y se sitúa a la cabeza por número de empleos generados -el 17% del total de afiliados a la Seguridad Social-, lo que le convierte en uno de los principales motores económicos del país.
Durante el último año, la pandemia ha puesto de relieve que el comercio es un sector esencial que juega un papel de vital importancia para la sociedad en momentos de incertidumbre y de alta complejidad. En el caso concreto de España, el sector comercial ha demostrado una rápida capacidad de adaptación a una demanda urgente y sometida a rápidos cambios en condiciones extremas. La distribución ha contribuido, de esta forma, a dar tranquilidad a la población en momentos muy delicados, donde la toma de decisiones rápidas y drásticas ha sido una constante. Además, la actividad comercial garantiza el abastecimiento de bienes esenciales, fija la población del territorio, contribuye a la sostenibilidad medioambiental y despliega una amplia acción social.