DKV impulsa un manifiesto para promover la enseñanza de hábitos saludables en las escuelas españolas en colaboración con la Fundación Trilema y Danone y con el apoyo de la SEEDO. La pandemia de la COVID-19 está influyendo en el aumento de la obesidad en niños. El 60% de los centros de Primaria y Secundaria dedican poco más de una hora al mes a impartir educación para la salud. 1 de cada 3 menores entre 8 y 16 años tiene exceso de peso en España
La aseguradora DKV, con el apoyo de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO),la Fundación Trilema y Danone, han iniciado una campaña de recogida de firmas en Change.org para dar a conocer y buscar apoyos a su Manifiesto “Me planto ante la obesidad infantil”.
El objetivo de esta acción es impulsar que los niños españoles tengan acceso a una educación para la salud integral en las escuelas, una formación dirigida a promover hábitos saludables y prevenir la obesidad. Para ello, según los impulsores del Manifiesto, al que se ha pedido la colaboración de las sociedades científicas, es necesaria una enseñanza con contenidos curriculares en torno al bienestar y la alimentación saludable.Con las firmas que se recojan, las entidades colaboradoras tratarán de presionar para que las comunidades autónomas, en los decretos de desarrollo de la nueva Ley de Educación, dediquen más recursos a la educación para la salud.
En la actual Ley de Educación, la educación para la salud es una materia transversal y cada centro educativo, departamento o docente tiene margen para adaptarla. Según datos del estudio “Situación de la educación para la salud en los centros de primaria y secundaria”, realizado por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) (1), el 60% de los centros de Primaria y Secundaria dedican poco más de una hora al mes a impartir esta materia.
La obesidad ha aumentado con la pandemia
La obesidad es uno de los mayores problemas sanitarios que afectan a los niños españoles: 1 de cada 3 menores entre 8 y 16 años tiene exceso de peso en España, según datos del Estudio PASOS, realizado por la Fundación Gasol en 2019. Esta situación ha empeorado con los confinamientos domiciliarios y la educación a distancia derivados de la pandemia de la COVID19.
Así, un estudio reciente realizado en Italia ha advertido que casi la mitad de los niños aumentaron su consumo de dulces y pasaron hasta cinco horas extras diarias frente a la pantalla durante el confinamiento (2). Y una encuesta similar realizada en Brasil por UNICEF (3) descubrió que un tercio de las familias habían empezado a consumir más alimentos ultra procesados y bebidas gaseosas desde el inicio de la pandemia.
Frente a esta problemática, expertos de los ámbitos educativo y sanitario ya han apoyado un documento que recomienda un modelo de salud activo, con el aprendizaje de hábitos de vida saludable desde la primera infancia.
Prevención de la obesidad
“La educación en buenos hábitos y alimentación es básica y claramente es la escuela el sitio principal donde se les va a enseñar a los niños esos hábitos que hacen que se comporten de otra manera y haya menos obesidad”, explica la doctora Susana Monereo, secretaria de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).
Entre los principios del Manifiesto “Me planto ante la obesidad infantil” cabe destacar el papel primordial de la escuela en la educación para la salud, así como la necesidad de seguir educando fuera del aula. Además, el documento recuerda que “es responsabilidad de todos implicarnos: hogares, escuelas, medios decomunicación, políticas públicas y empresas”.