Desde hace dos años el 0,1% de la cotización de los 3.250.000 autónomos de nuestro país, se realiza en concepto de aportación a la formación. Esto fue posible gracias al acuerdo alcanzado en enero de 2019 para la entrada en vigor de la universalización de las contingencias profesionales en el RETA.
Dos años después de la instauración de esta medida, desde UPTA, manifestamos nuestra preocupación ante la falta de celeridad para poner en marcha “la revolución del trabajo autónomo”, ya que el modelo actual está totalmente desgastado y los sectores más frágiles del trabajo por cuenta propia no pueden seguir capitalizando las nuevas entradas en el sistema.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, “es imprescindible que desde el Ministerio de Trabajo y a través de organismos como el SEPE o FUNDAE, se impulsen acciones formativas que mejoren la cualificación de los autónomos. La digitalización, la formación sectorial y la mejora en las capacidades de nuestro colectivo son los ejes principales para poder transformar la economía de las pequeñas unidades económicas. Es ahora cuando tenemos que sensibilizar al colectivo de la importancia de la formación y el reciclaje constante para la pervivencia de sus negocios y apostar por un cambio de rumbo en el modelo económico”.
En materia de prevención de la COVID19 y ante la situación crítica que está provocando la tercera ola de la pandemia, los trabajadores por cuenta propia necesitan medidas de prevención urgentes, ya que este colectivo es uno de los grandes focalizadores de atención al público directo, además de tener una estructura empresarial que acoge a más de 800.000 trabajadores por cuenta ajena. Por otro lado, los datos lo confirman, más de 70.000 trabajadores por cuenta propia ya han sufrido la enfermedad y casi 100.000 han estado en cuarentena.
Eduardo Abad, “reclamamos un plan estratégico de prevención ya que la mayoría de los autónomos están expuestos directamente al virus sin tomar las medidas de protección adecuadas, y tenemos la responsabilidad de velar por la seguridad de los trabajadores y también de los consumidores. Sin las herramientas necesarias es imposible que se ejerzan correctamente las responsabilidades individuales. La formación y la concienciación en esta materia son imprescindibles”.