Haritza Cristóbal, fisioterapeuta y responsable del Servicio de Rehabilitación de Policlínica Gipuzkoa y Hospital de Día Quirónsalud Donostia subraya que «el cuerpo necesita movimiento y todo lo que supone limitarlo, lo notamos, especialmente las personas que ya necesitaban una rehabilitación». «Las restricciones de movilidad actuales afectan más a las personas que sufren algún grado de discapacidad»
El 3 de diciembre es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. “Un día para todos” según la Organización Mundial de la Salud, ya que “la discapacidad forma parte de la condición humana”. Para el responsable del servicio de Fisioterapia y Rehabilitación de Quirónsalud Gipuzkoa, Haritza Cristóbal, el coronavirus ha afectado a todos, porque “nuestras rutinas han cambiado y en el caso de las personas con discapacidad, el hecho de no poder utilizar los vestuarios ni el material que se empleaba anteriormente es un inconveniente”.
“Los protocolos actuales -explica Haritza Cristóbal- requieren mantener las distancias por ejemplo, lo que hace que tengamos que modificar los espacios de trabajo en rehabilitación, pero en nuestro caso esto ha supuesto una mejora, ya que hemos trasladado el servicio al Hospital de Día Quirónsalud Donostia, donde disponemos de más espacio y podemos trabajar incluso mejor que antes y, aunque la frecuencia del tratamiento disminuye, estamos haciendo dobles sesiones y a la hora de obtener resultados, estamos viendo que vamos por el buen camino”, añade el fisioterapeuta.
Alrededor del 15% de la población en Gipuzkoa tiene algún tipo de discapacidad, cifra que va en aumento debido al envejecimiento de la población, tanto es así que más del 30% de las personas en el País Vasco tienen algún tipo de discapacidad a partir de los 45 años. Si bien, según dice la OMS, casi todos experimentamos una discapacidad temporal o permanente en algún momento de la vida; Haritza Cristóbal afirma que “las restricciones de movilidad actuales afectan más a las personas que sufren algún grado de discapacidad”.
Haritza Cristóbal considera que es importante no tratar a todos los pacientes de las misma manera: «Hay que hacer un estudio de la patología, ver los déficits, problemas y necesidades de cada paciente y debemos adaptarnos en función del grado de discapacidad para otorgarles el mejor tratamiento», concluye el responsable del servicio de Rehabilitación y Fisioterapia de Quirónsalud en Gipuzkoa.