La Organización de Consumidores (OCU), junto a los miembros de Euroconsumers, ha realizado dos encuestas relacionadas con las residencias de mayores, estas en cuestas se han realizado a personas que tuviera un familiar residiendo en uno de estos centros.
La primera se realizó en marzo, cuando no había conciencia del impacto del coronavirus en este tipo de establecimiento, con el objetivo de conocer el grado de satisfacción y el tipo de problemas a los que se enfrentaban los familiares de los residentes. La segunda se realizó en octubre y en ella se refleja cómo ha impactado la pandemia en las residencias. La combinación de ambas encuestas demuestra que las carencias ya existentes en las residencias se han acentuado con la situación de pandemia.
La salud y bienestar de los mayores preocupa a sus familiares, ya que es donde van a pasar los últimos años de vida (la media de edad de los residentes en el momento de ingreso es de 82 años) y generalmente no es una estancia muy larga (la media es inferior a los 4 años). De hecho, suelen ingresar cuando ya se encuentran con serios problemas de salud, tanto a nivel físico como mental.
Los familiares han valorado diferentes aspectos (higiene, salud, alimentación, entretenimientos), y aquellos con los que se encontraban más insatisfechos han sido la terapia ocupacional y la asistencia psicológica de los residentes, así como la falta de personal. De hecho, uno de cada dos encuestados percibe falta de personal sanitario al comienzo de la crisis y durante la pandemia.
Imagen inicial
La primera encuesta permite mostrar una foto inicial respecto a algunos datos relacionados con las residencias en España:
Una cuarta parte del total de los encuestados no ha conseguido la residencia que quería.
El tiempo de espera es de 120 días de media para acceder a una residencia (57 días cuando es privada, 163 si se trata de concertada y 209 en una pública).
Los ingresos de dos de cada tres usuarios no llegan a cubrir la totalidad del coste. El coste medio de una plaza es de 1.374 euros mensuales, extras aparte (119 euros). Las residencias más caras se encuentran en el País Vasco (1.758 euros), Madrid (1.521) y Cataluña (1.454).
El 39 % de los encuestados ha tenido al menos un problema con la residencia. Los más comunes están relacionados con los cuidados en la higiene y actividades que no se realizan.
Los encuestados se encuentra moderadamente satisfechos con las residencias con una valoración media de 67 sobre 100; no obstante, destaca que un 40 % está muy satisfecho.
Impacto de la COVID
Según los familiares de los residentes, al comienzo de la crisis en marzo y durante el confinamiento faltaba material específico (mascarillas, tests, equipamiento), así como personal sanitario y auxiliar. A lo largo del proceso se han visto reducidas estas carencias, aunque no se han subsanado del todo, lo que coincide con la visión de la primera encuesta.
Según los encuestados al 83% de los residentes se les ha realizado algún tipo de prueba de coronavirus, resultando positivo tan solo el 13%. En el 58% de las residencias ha habido algún caso de infectado y lamentablemente en el 50% ha habido fallecimientos.
Según la encuesta realizada por OCU, durante el periodo del coronavirus, murieron el 10% de los familiares de los encuestados. Dentro de ese porcentaje, el 41% falleció a causa del coronavirus, el 34% por otras razones, sin embargo, lo más preocupante para los familiares es que para el 25% restante no quedó claro que la causa del fallecimiento fuera el coronavirus.