Según los datos facilitados por el ministerio de inclusión, seguridad social y migraciones en la reunión de la comisión de seguimiento celebrada el pasado 31 de julio de 2020, la intensidad protectora de las nuevas prestaciones para autónomos y autónomas consecuencia de la pandemia por covid-19, su alcance es muy reducido y está dejando fuera a un número importante de trabajadores y trabajadoras autónomas en situación de necesidad, especialmente en los sectores más afectados como turismo, comercio, hostelería y actividades artísticas y de ocio.
Para la unión de autónomos UATAE, ello es consecuencia de unos criterios de acceso muy restrictivos y en ocasiones mal interpretados por las mutuas, por lo que es preciso su modificación para que su intensidad protectora de adecue a las necesidades reales del colectivo.
La prestación extraordinaria para autónomos y autónomas de temporada a fecha 30 de julio fue solicitada por 2.535, siendo resueltas de manera favorable a la misma fecha 1.168, menos de la mitad de las solicitadas. El 83% de las favorables se concentran en tras sectores: comercio, hostelería y actividades recreativas y ocio. El 60% de las favorables corresponde a una comunidad autónomos, Baleares, con 709 prestaciones, seguida de Catalunya con 173 y Andalucía con 84.
En consecuencia UATAE ha propuesto: a) que el ministerio aclare a las mutuas que no es exigible el alta este año en el RETA para realizar la solicitud, abriendo un período de solicitud extraordinaria con efectos de cobro de la prestación desde el 1 de junio; b) eliminar el período establecido, entre marzo y octubre, para ser considerado de temporada, ya que muchas actividades de temporada están fuera de esos límites; c) incluir a los autónomos que se dieron de alta este año entre marzo y junio y que en la redacción actual quedan excluidos; d) bajar el límite de 5 meses de alta mínimos en los dos años anteriores, ya que muchos autónomos y autónomas tienen una temporada menor de 5 meses al concentrar su actividad en los meses de verano; y e) no excluir a los que por necesidad hayan podido trabajar como asalariados un pequeño período de tiempo.
En cuanto a la prestación ordinaria, planteada como continuidad de la extraordinaria que terminó el 30 de junio, y que sólo han sido reconocidas 115.103 prestaciones, el 7,8% de los que han tenido prestación extraordinaria, es preciso que se adapte a la situación actual en la que muchos sectores vinculados al turismo van a seguir teniendo dificultades, rebajando las pérdidas superiores al 75%; introduciendo el criterio de fuerza mayor cuando el cierre sea establecido por las administraciones, como estamos viendo con el ocio; y eliminando el requisito de un año de cotización por cese de actividad, ya que una buena parte no lo alcanza, siendo criterio fundamental la situación de necesidad.
Para María José Landaburu, Secretaria General de la Unión de autónomos UATAE, “estas modificaciones son necesarias para que la acción protectora de las nuevas prestaciones alcance a los autónomos y autónomas en situación de necesidad, especialmente en un momento de incertidumbre para los sectores vinculados a la actividad turística y de temporada”
Landaburu considera que “la prestación extraordinaria que alcanzó a casi el 50% de los autónomos se ha demostrado muy efectiva para mantener las actividades y es preciso continuar por ese camino si no queremos que muchas actividades desaparezcan y con ellas el esfuerzo anteriormente desarrollado”.