La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) junto con las organizaciones del grupo Euroconsumers: Altroconsumo, Deco Proteste y Test-Achats ha realizado una encuesta para conocer los hábitos de consumo y preocupaciones de los ciudadanos españoles en la fase de desescalada de la pandemia. La muestra de más de 1.000 individuos en España tiene un rango de edad de entre 18 y 74 años y es representativa de la población española.
Actividades de ocio
Comparando con la situación previa al coronavirus, en la actualidad los españoles han reducido la frecuencia con la que utilizan algunos servicios y realizan actividades. El 53% ya no acude a eventos culturales, 51% ha dejado completamente de hacer deporte en espacios cubiertos, el 31% no utiliza el transporte público y el 44 % ha reducido la frecuencia de su uso. Salir a un restaurante es una práctica que ha abandonado el 32% de los que solían hacerlo y el 55% ha reducido su frecuencia. El 33% de los encuestados ha dejado de acudir a centros comerciales y el 49% ha reducido la frecuencia con la que lo hacía.
La percepción del riesgo de contagio en este tipo de servicios/actividades es bastante elevada y refleja los cambios en los comportamientos. El transporte público es el espacio percibido como más peligroso (31% lo considera muy inseguro), seguido de las actividades deportivas en espacios cubiertos (28%) y los eventos culturales (25%).
Servicios sanitarios
Desde el principio de la crisis del coronavirus, el 33% de los españoles ha sufrido la cancelación de alguna cita sanitaria o un retraso (61%). Sirva como ejemplo la cirugía; al 18% de los que tenían que someterse a este tipo de procedimiento se les canceló la intervención, mientras que el 44% sufrió retrasos. Similares porcentajes se dan también en citas en atención primaria, con el médico especialista, fisioterapia, psicoterapia, etc. El 12% de los españoles considera que estos retrasos/cancelaciones han tenido un impacto muy importante en su salud. En lo que respecta a los establecimientos sanitarios y el riesgo de contagio, las urgencias son percibidas como los espacios menos seguros (32% considera muy inseguro las urgencias de un hospital y 26% las urgencias de un centro de atención primaria).
En la encuesta también se preguntó hasta qué punto la crisis del coronavirus había afectado diferentes aspectos de su vida. Los encuestados indican que la crisis del coronavirus les ha afectado en ese aspecto bastante/mucho) en los siguientes porcentajes: vida social: 65%, calidad de vida en general: 51%, vida familiar: 44%, situación económica: 43%, salud física: 29% y salud mental: 28%.
Compras e inversiones
El 13% de los españoles ha cancelado algún plan importante de compra o inversión (adquisición de un vehículo o bienes inmobiliarios, hacer reformas en casa, etc.) debido a la crisis del coronavirus, mientras que el 40% lo ha pospuesto hasta más allá de 2020. Entre aquellos que querían comprar una vivienda para uso propio, el 11% ha abandonado completamente la idea, mientras que el 55% ha retrasado sus planes para ver cómo evoluciona la situación.
Vacaciones
Con relación a las vacaciones, el 76% de los españoles declara que la crisis sanitaria ha afectado sus planes. El 40% planeaba viajar al extranjero, y ahora únicamente lo hará el 22%. El 30% no gastará nada durante las vacaciones y el 64% se gastará menos de lo que pensaba en un principio. El 16% se quedará en casa. El gasto medio en vacaciones será de 606 euros. En relación con el riesgo de contagio, los espacios percibidos como menos seguros son las estaciones de autobús y los autobuses y los aeropuertos/viajes en avión (percibidos como muy peligrosos por el 37% y el 36% respectivamente).
Evaluación de la actuación del Gobierno durante la pandemia
En relación con la actuación del Gobierno durante las diferentes fases de la crisis sanitaria, llama la atención que el periodo pre-pandemia (entre enero y febrero de 2020) es el que peor valoración obtiene: el 59% considera la actuación del gobierno mala o muy mala.
Durante la etapa de confinamiento estricto (entre los meses de marzo y abril) y primeras fases de la desescalada (mayo), la valoración mejora y menos del 50% de los encuestados califica la actuación del Gobierno como mala/muy mala.
Finalmente, la tendencia en la última etapa de la desescalada y la nueva normalidad (junio/julio) la opinión de los encuestados tiende a empeorar a la hora de evaluar el papel del Gobierno en la gestión de la crisis, remontando ligeramente por encima del 50% aquellos que suspenden al ejecutivo en su gestión de la crisis.
En comparación con otros países europeos los belgas y los españoles son quienes peor califican la actuación del Gobierno. Mientras que los portugueses valoran más positivamente esta gestión, esta percepción ha empeorado en la última etapa de la desescalada (junio y julio).