La empresa sevillana Mersant Vigilancia se ha convertido en una de las empresas líderes en la provincia hispalense en tan solo 5 años desde que se fundara.
Con presencia también en Galicia, la Comunidad Valenciana, Cádiz, Madrid y Asturias, han ido consiguiendo un crecimiento que les ha permitido triplicar la facturación en solo unos años. Todo un hito en el sector en el que dan trabajo a más de 350 personas.
La seguridad privada, en un contexto como el que acaba de pasar a nivel internacional, ha sido clave para garantizar a centros de salud, por poner solo un ejemplo, un funcionamiento lo más correcto posible, pero también en empresas que no han cesado de trabajar, fábricas y que han necesitado planes de seguridad a medida que compañías como Mersant han sabido gestionar gracias a profesionales que tienen a sus espaldas más de 25 años de experiencia.
Este contexto ha puesto en relieve la importancia que tiene la formación en protocolos de crisis que vienen siendo parte de cualquier curso del sector.
Además de a sus trabajadores, a los que dotaron de mascarilla e incluso EPI en algunos servicios, han donado en su compromiso con la sociedad, mascarillas a quienes no disponían de ellas.
“Durante estos meses hemos seguido firmes a nuestro interés por aportar, a nivel social, nuestro granito de arena. Este ha sido uno de los proyectos en los que nos hemos implicado para responder a una necesidad puntual concreta. Desde los establecimientos, centros comerciales o incluso centros sanitarios en los que hemos prestado servicio desde que comenzara el estado de alarma, hemos facilitado material sanitario en forma de mascarillas en la medida de nuestras posibilidades. Creemos que era responsabilidad nuestra arrimar el hombro en un contexto tan excepcional” explican desde la propia compañía.
Este sector se ha convertido en una de las claves para cumplir en los distintos escenarios de actuación con los protocolos de seguridad que han instaurado organismos oficiales y establecimientos siguiendo las recomendaciones de Sanidad, pero también son conscientes de que recortar sus servicios puede suponer rebrotes que traerían consecuencias a los sectores productivos que, previamente, también tuvieron que frenar su crecimiento.
Si este sector ha estado a la altura durante el estado de alarma, ahora más que nunca, pasa a ser clave para garantizar la seguridad de ciudadanos y trabajadores que acuden a centros de ocio y trabajo.