Si los profesionales de la salud actúan correctamente, el coronavirus no tendrá un impacto negativo en la natalidad. «La vuelta a la normalidad está en nuestras manos y en nuestras actitudes. Las empresas quieren recuperar esa normalidad para asegurar su futuro y las personas deben hacer lo mismo», afirma el doctor Jan Tesarik
El impacto del Coronavirus en la natalidad será uno de los temas a debate de la Cumbre Global Virtual sobre COVID-19 que se celebrará el próximo 1 de agosto en las que participa un extenso panel de expertos internaciones en diferentes áreas como la salud, las políticas sanitarias, la investigación biomédica o la economía.
Frente a los mensajes que alertan sobre una crisis de la natalidad en España, el doctor y científico granadino Jan Tesarik, que encabeza el comité asesor de la Cumbre, asegura que no existen razones objetivas para la caída de la natalidad. “Si los profesionales de la salud actuamos correctamente, el coronavirus no tendrá un impacto negativo en la natalidad. La vuelta a la normalidad está en nuestras manos y en nuestras actitudes. Las empresas quieren recuperar esa normalidad para asegurar su futuro y las personas deben hacer lo mismo”.
Según Tesarik, la edad media de los padres primerizos está por encima de los 31 años y con esta edad muchas parejas empiezan a tener problemas de fertilidad. “Para ellas, aplazar esta decisión es un error que en muchos casos no tendrá solución”. De total de niños nacidos en España cada año, aproximadamente en 10 por ciento lo han hecho gracias a la fecundación asistida. “En estos casos, un aplazamiento puede ser aun más dramático, ya que el calendario va en contra de la fertilidad”.
Para el pionero en fertilidad y reproducción asistida, el coronavirus es mucho más que un problema de salud pública, “sus efectos son de largo alcance y tienen un fuerte impacto en la economía global, en las industrias, en el deporte, el turismo, el ocio, los eventos, e incluso tiene implicaciones sociales, psicológicas y raciales, pero no es el fin”.
Tesarik afirma que entre todos se debe mantener los niveles natalidad y, en el caso de los tratamientos de fertilidad “los profesionales que trabajamos en este campo debemos hacer un esfuerzo por ofrecer los tratamientos más eficaces, más seguros y al menor. En el ámbito de la infertilidad existen diferentes frentes y el más urgente tiene que ver con la pérdida de la fertilidad derivada de edad o de la enfermedad. Aquí el objetivo es preservar la fertilidad con técnicas como la congelación de óvulos, de embriones y de espermatozoides en aquellos casos donde la condiciones sociales o económicas obliguen a aplazar la decisión. En el resto d ellos casos se pueden utilizar protocolos personificados, hechos a la medida de cada pareja como los llamados CARE y CODE, que permite alcanzar el nacimiento de un niño con el menos coste posible”.
El doctor Tesarik es el desarrollador de diferentes técnicas de fertilidad humana como la fecundación sin espermatozoides, utilizando espermátides o la transferencia de cromosomas entre óvulos humanos, conocida como “hijos de 3 padres”. También fue el principal promotor de la utilización de la hormona de crecimiento para mejorar la calidad de los óvulos de mujeres de más de 40 años de edad y aumentar la receptividad de su útero para los embriones.
Desde el brote de la COVID-19, Jan Tesark se ha volcado en la investigación de diferentes agentes terapéuticos contra esta enfermedad, con una especial atención a su toxicidad y a la protección de los pacientes tratados contra los daños irreversibles en su sistema reproductor.