La consejera de Educación ha presentado hoy las pautas para que los centros educativos organicen el inicio del próximo curso. Se trata de un conjunto de medidas encaminadas a conseguir dos objetivos: que ningún alumno se quede atrás por culpa de la pandemia y que los centros docentes sean espacios seguros.
Rocío Lucas ha ofrecido un mensaje de tranquilidad: “el próximo 9 de septiembre, la previsión es que comiencen las actividades lectivas con la máxima normalidad, dentro de las inevitables limitaciones derivadas de las medidas de lucha contra la pandemia. Y el curso comenzará, tal y como hemos venido defendiendo, de manera presencial”.
La Consejería de Educación ha elaborado un protocolo de seguridad, supervisado por la Dirección General de Salud Pública, que marcará la organización de los centros. En Educación Infantil y el primer curso de Primaria, se constituirán grupos estables de convivencia, con un máximo de entre 22 y 25 alumnos que no necesitarán usar mascarilla ni guardar las distancias de seguridad. Eso sí, estos grupos no interactuarán con el resto y no compartirán espacios en la medida de lo posible.
Existen, además, indicaciones sobre el uso de los espacios comunes, las entradas y salidas -que serán lo más escalonadas posibles y utilizando todos los accesos del centro-, o los procesos de limpieza y desinfección. El uso de mascarilla será obligatoria para los mayores de seis años cuando no se pueda garantizar la distancia de seguridad de 1,5 metros.
Los servicios complementarios funcionarán desde el primer día de clase, adaptados a la nueva situación. Así, el transporte escolar no variará su aforo, pero todos los mayores de 6 años deberán utilizar mascarillas y los vehículos se desinfectarán después de cada viaje. Por su parte, los comedores deberán señalizar zonas diferenciadas -incluso con elementos físicos de separación si fuera necesario- y se organizará a los comensales en distintos turnos para garantizar la distancia de seguridad.
Cada centro nombrará un equipo coordinador y elaborará un Plan de inicio de curso para adaptar todas las medidas recogidas en el protocolo a la realidad de sus instalaciones y su alumnado.
Medidas educativas
Los docentes elaborarán planes de refuerzo y recuperación para el alumnado que lo precise. “Estos planes serán objeto de evaluación continua a lo largo del primer trimestre del curso escolar y versarán sobre los contenidos del curso anterior que no fueron impartidos de forma presencial”, ha señalado la consejera de Educación.
Asimismo, las programaciones didácticas del próximo periodo lectivo se elaborarán de tal forma que puedan adaptarse a cualquier eventualidad derivada de la pandemia, incluida la posibilidad de volver a la educación no presencial e incluirán los contenidos no impartidos en el curso anterior.
Planes de digitalización y contingencia
La digitalización de la enseñanza y la competencia digital se han demostrado claves en este último trimestre y en ellas seguirá trabajando la Junta de Castilla y León para el próximo curso. Se potenciarán cuatro aspectos: la red de Escuelas Conectadas -que llevará internet ultrarrápido a todos los centros-, las herramientas de formación online, la formación del profesorado y las familias y la disponibilidad de dispositivos digitales.
En este sentido, Rocío Lucas ha anunciado que la Consejería de Educación “llevará a cabo una importante adquisición de dispositivos digitales que triplicará el número de los que se han cedido durante el tercer trimestre de este curso. En total, se adquirirán 10.000 dispositivos para potenciar el programa de préstamo a los alumnos con dificultades económicas y así reducir la denominada brecha digital”.
Los centros que aún no dispongan de aula virtual, deberán implantarla. Además, cada colegio o instituto elaborará un Plan de digitalización que recoja los medios disponibles: materiales didácticos, formación del profesorado y un registro de recursos con los que cuenta el centro, el profesorado y los alumnos.
Por último, cada equipo directivo confeccionará un Plan de contingencia con medidas organizativas, pedagógicas y tecnológicas para el supuesto de que las autoridades sanitarias vuelvan a suspender la actividad docente presencial por motivo de la evolución de la pandemia.