Según el Diario de Almería, la ‘nueva normalidad’ dificulta las intervenciones odontológicas a los profesionales sanitarios al no poder estar a menos de 20 centímetros del rostro de los pacientes
Son muchos los profesionales que tuvieron que echar el cierre a su negocio a mediados del mes de marzo al decretarse el estado de alarma y que, hasta ahora, no han podido atender a su público, aunque no de la misma manera que lo hacían antes, ya que cada sector tiene sus propias medidas de seguridad según la actividad que desempeñe.
Las clínicas odontológicas han vuelto a reabrir sus puertas, claro está, con enormes medidas de seguridad y todas las cautelas necesarias para garantizar el buen curso de la desescalada, ya que esta está permitiendo que los pacientes vuelvan de nuevo a las clínicas.
Tras casi 60 días de inactividad en los que los únicos diagnósticos que han podido ofrecer han sido de manera telefónica, virtual o presencial, en el caso de las urgencias, los odontólogos andaluces han regresado a la ‘normalidad’ anterior al confinamiento. “Es así. Los sanitarios y se deben a sus pacientes”, afirma una especialista del sector.
“Se entrevistan a todos los pacientes para conocer posibles síntomas o contactos con personas sospechosas de COVID-19. Deben usar cubrezapatos para asegurar el aislamiento total con el exterior”, explica la especialista, quien añade que han tenido que despejar las salas de espera de elementos como revistas, folletos y todo tipo de objetos para evitar infecciones cruzadas.
Pese a las dificultades que estos meses han traído consigo, los especialistas del sector han podido salir adelante y garantizar esta atención sanitaria bucodental en condiciones de seguridad y solvencia.
En muchas clínicas cuentan con un equipo profesional que realiza intervenciones bajo sedación consciente en Cádiz y sedación consciente para odontología en Cádiz, para garantizar una intervención segura e indolora.