En 2019 el Grupo BASF en España generó ventas por valor de 1.268 millones de euros, lo que supone un descenso del 3% respecto a las cifras del ejercicio 2018 (1.307 millones de euros), resultado de una menor contribución de los segmentos de Tecnologías de Superficies y Soluciones Industriales. Este ligero descenso, alineado con la evolución del mercado, es consecuencia de una bajada de precios (-4%) y de volúmenes (-1%), sumados a los efectos estructurales positivos de la compra del negocio de semillas hortícolas de Nunhems (+2%), los cuales se han visto compensados en parte por la venta del negocio de productos químicos para papel y agua a Solenis.
El aumento de ventas ha sido notable en el segmento de Soluciones Agrícolas, a cuyo negocio tradicional se le suma el efecto estructural positivo del negocio de semillas hortícolas Nunhems, adquirido a Bayer durante el último trimestre de 2018. También crece la contribución del segmento de Nutrición y Salud, tanto en ventas como en volúmenes. Productos Petroquímicos, Productos Intermedios y de Alto Rendimiento han presentado una dinámica positiva de volúmenes, si bien se han visto penalizados por caídas generalizadas de precios.
Para Carles Navarro, director general de BASF Española y responsable de las actividades del Grupo en la península ibérica, “el ejercicio 2019 del Grupo en España ha supuesto una leve reducción de ventas frente a las del año anterior, que fue un año récord, a pesar de las condiciones adversas que ha experimentado la economía global. Al impacto negativo que tuvieron las incertidumbres relacionadas con los conflictos comerciales entre China y Estados Unidos y el Brexit, se añadió la ralentización de mercados clave y del crecimiento de la producción industrial. También disminuyó de forma significativa la demanda en varios mercados de los clientes principales, sobre todo en el sector automovilístico. En este contexto, consideramos que nuestros esfuerzos han servido para gestionar la compleja situación del ejercicio”.
Por otra parte, BASF alcanzó un acuerdo con Lone Star para la desinversión del negocio de productos químicos para la construcción por un importe de 3.170 millones de euros. Se espera que el proceso culmine durante el tercer trimestre de 2020. Esta transacción afecta dos centros de producción en España y un centenar de trabajadores. Asimismo, el negocio global de pigmentos de BASF pasará a formar parte de DIC, la compañía japonesa de especialidades, por un precio de venta de 1.150 millones de euros. Se espera que la transacción finalice durante el cuarto trimestre de 2020.
Previsión 2020
Los pronósticos de ventas y ganancias para el ejercicio 2020 formulados por BASF el 28 de febrero pasado no podrán cumplirse. Por lo tanto, la compañía retira sus predicciones para este año, tal y como se informó en rueda de prensa de resultados globales el pasado 28 de abril. Actualmente resulta imposible estimar con fiabilidad la duración y el alcance de la pandemia de coronavirus, así como las medidas futuras destinadas a contenerla. Por ello, hoy por hoy no se pueden realizar estimaciones concretas sobre la futura evolución de las ventas y las ganancias.
BASF prevé experimentar un impacto significativo por las consecuencias económicas de la caída de la demanda y de la producción a nivel mundial, y muy especialmente por los parones actuales en la producción del sector automovilístico. La pandemia del coronavirus afectará también a otros sectores de sus clientes. En paralelo, se ha producido en el primer trimestre del año a nivel global un incremento significativo de las ganancias de la división de Nutrición y Salud, una división que abastece sectores cuya demanda, en algunos casos, se ha disparado durante la crisis. Es el caso de la división de Químicos para el Cuidado Personal y del Hogar, que aumentó ligeramente sus ventas. Como resultado de todo ello, la compañía vaticina un descenso considerable de los volúmenes de ventas para el segundo trimestre de 2020. Por el momento, BASF prevé una lenta recuperación durante el tercer y cuarto trimestre de 2020; ahora bien, la evolución concreta de la situación está plagada de incertidumbres y es imposible de predecir. BASF cuantificará sus perspectivas sobre el futuro desarrollo de las ventas y las ganancias en cuanto vuelva a resultar factible formular estimaciones fiables.
A nivel local, BASF ha hecho frente al coronavirus adaptando su producción en los centros de Castellbisbal y Tarragona a la fabricación de hidrogeles, que han sido donados a diferentes hospitales de España, en comunidades donde la compañía está implantada.
Además, BASF Española y la empresa del grupo especializada en impresión 3D, BASF 3D Printing Solutions GmbH, han colaborado para producir y donar gafas nasales de alto flujo de ventilación con tecnología 3D unidades de cuidados intensivos (UCI) en un proyecto coordinado por 3DCovi19.tech. Carles Navarro, director general del Grupo en Iberia, asegura que “es un orgullo poder aportar técnica e innovación y ponerla al servicio de los sanitarios, que siguen siendo la primera línea de batalla en la lucha contra el coronavirus”. En este sentido, ha reiterado que “la prioridad en BASF es la protección de las personas, tanto las de dentro como las de fuera de la empresa. Por este motivo, y con el fin de ayudar a frenar la expansión del coronavirus, hemos activado distintos paquetes de medidas al respecto. Hemos reducido al mínimo las personas en nuestros centros de producción, implantando el teletrabajo en todos los casos posibles, y reforzando las medidas de higiene y seguridad. Queremos agradecer el esfuerzo y la responsabilidad que están demostrando todos los colaboradores de BASF. Gracias a ellos, mantenemos la producción, aseguramos la cadena de suministro y seguimos ofreciendo a la sociedad productos imprescindibles de primera necesidad”.
Objetivos no financieros
BASF se ha impuesto el objetivo de lograr antes de 2030 un crecimiento neutro desde el punto de vista de las emisiones de CO2, lo que significa que la compañía aspira a mantener el total de las emisiones de gases de efecto invernadero de sus plantas y sus compras de energía a niveles de 2018, al tiempo que incrementa la producción.
En comparación con las cifras de 2018 y a nivel global, las emisiones absolutas de gases de efecto invernadero de BASF en 2019 se redujeron en un 8% hasta situarse en 20 millones de toneladas métricas. Esto se debe principalmente a las paradas de mantenimiento de algunas plantas grandes. Además, BASF ha actualizado sus acuerdos de suministro de energía y ha ido implantando medidas para aumentar su eficiencia energética y optimizar sus procesos. Se espera que las emisiones de 2020 vuelvan a aumentar hasta los niveles de 2018, en parte por la menor cantidad de mantenimientos programados y por la adquisición del negocio de poliamida de Solvay.