La pandemia del COVID-19 ha provocado un cambio de mentalidad a escala global y en cada uno de los sectores en los que, hasta ahora, la población se movía con total tranquilidad y a los que se adaptaba según la necesidad del momento. En la fase de desescalada del estado de alarma y confinamiento provocado por el virus, son muchas las preguntas que se plantean ahora, una vez se empieza a vislumbrar la vuelta a la normalidad. Una de las más importantes es la que puede afectar a la rutina, hasta ahora habitual, de cómo moverse en el entorno laboral.
Una de las principales consecuencias del coronavirus es la adaptación que tienen que realizar muchos espacios de trabajo para cumplir con los requisitos legales y sanitarios mínimos para asegurar la integridad de los usuarios. No habrá lugar para el modelo de oficina cerrado o angosto que define a menudo el lugar de trabajo y tendrá que dar paso a espacios amplios, en los que el contacto interpersonal y la distancia profesional sean perfectamente compatibles.
En esta línea juegan con ventaja aquellos workspaces que ya podían ofrecer un catálogo de áreas laborales en las que se cumplen estos requisitos, como Gran Via Business Center, workspace situado en el centro de Barcelona: “Las zonas comunes y pasillos constituyen el 43% de la superficie total de las instalaciones, por lo que tampoco debería suponer ningún problema poder encontrarnos sin respetar el necesario distanciamiento personal”, señala la Center Manager de este centro, Susana de la Rubia.
Con una media mínima de 5 m2/persona en las oficinas privadas que ofrece, estas dimensiones en las oficinas permiten que sus usuarios regresar con toda tranquilidad y sin necesidad de plantearse cambios en la distribución de sus espacios, facilitando de esta manera una rápida adaptación en la vuelta a la normalidad a pesar del estado de alarma actual.
Sin ir más lejos, un aspecto como la ventilación del área de trabajo también ha de ser clave en la vuelta al trabajo. Para ello, este mismo workspace pone el ejemplo de sus oficinas: “Todas las oficinas cuentan con luz natural y ventanas practicables que facilitan una ventilación adicional, imprescindible en estos momentos”, añade De la Rubia. De esta manera se cumplen todos los requisitos de espacio para poder retomar la actividad por parte de las empresas sin tener que realizar inversiones o esperas que puedan perjudicar su actividad económica.
De este modo, la posibilidad de ofrecer espacios con altos estándares de salud a empresas y corporaciones supondrá un alivio que, en casos como el de Gran Via BC, permitirá que no se tenga que reducir la densidad de sus oficinas, ya amplias originalmente, y serán una gran oportunidad para el mercado flexible que se ha implantado durante el período de confinamiento más severo.