¡Atención! Usted está en una zona prohibida. Salga inmediatamente! Este es el mensaje con el que un dron advierte a todo aquel que se salte el confinamiento en Treviolo, un pueblo del norte de Italia. «La violación de las reglas conlleva sanciones administrativas y penales», continua este vehículo aéreo no tripulado que, además, es capaz de medir, aproximadamente, la temperatura de la gente.
En caso de que el aparato detecte una temperatura anómala, se envía una patrulla para que pueda medir la fiebre con un termómetro al uso. En caso de ser positivo se valora si la persona se ha saltado el confinamiento obligatorio o si, está en «autoconfinamiento» voluntario y ha salido a la calle por motivos de salud.
En esta localidad, de 11.000 habitantes, el coronavirus se ha cobrado la vida de más de 50 personas por lo que tanto las autoridades como los ciudadanos ven con buenos ojos esta medida. Y es que a pesar de ser un método que en meses anteriores ha generado controversias por la violación de las libertades, son muchos los países que están empleando drones para vigilar las ciudades durante la pandemia.
Fuente: El Comercio