La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha reclamado hoy a Europa una respuesta “más rápida y más coordinada” ante la crisis sanitaria del COVID-19 y que se apoye a los empresarios “para poder mantener los empleos en un entorno en el que la actividad se ha desplomado”, ya que ésta es la vía para salir más rápidamente de una crisis sanitaria que ha derivado en “una crisis social y económica sin precedentes”.
Botín ha hecho este llamamiento durante su intervención en la junta general de accionistas, que ha aprobado las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2019. Debido a las restricciones a la movilidad impuestas por el Estado de Alarma, el evento se ha celebrado, por primera vez, sin presencia física de accionistas y en Boadilla del Monte (Madrid), en lugar de en la ciudad de Santander.
Para la máxima ejecutiva de Banco Santander, este “es el momento de mostrar la cara más solidaria de Europa” con una “respuesta fiscal adecuada,similar a la que ha dado Banco Central Europeo (BCE), para reforzar la confianza de todos los ciudadanos en el proyecto europeo y seguir avanzando en él”. “Los gobiernos deben proporcionar a las empresas y los hogares la liquidez que necesitan para aguantar los próximos meses y así hacer que la crisis económica sea lo más breve posible y se evite la destrucción del tejido empresarial del país”, ha señalado. “Desde ahora, y entre todos, colaborando autoridades y sector privado como lo hemos hecho hasta ahora y al igual que lo han hecho algunos países que van por delante, debemos planificar cuanto antes la vuelta al trabajo, de los más jóvenes y de aquellos que ya están inmunizados, y al mismo tiempo asegurar que los más vulnerables a la enfermedad permanezcan protegidos”, ha sugerido.
En su opinión, “esta crisis no es una crisis financiera como la de 2008”, pero podemos extraer lecciones de lo que ocurrió entonces: “Esta crisis global exige una respuesta global y coordinada”. Además, ha insistido en la fortaleza del sistema financiero, “estamos preparados para afrontar desafíos globales como el coronavirus”, y ha subrayado también el papel que Banco Santander está desempeñando para ayudar a combatir esta crisis y apoyar a sus empleados, clientes, accionistas y las comunidades donde opera.
Cambios en la política de dividendos
A raíz esta crisis, el BCE emitió el 27 de marzo de 2020 una recomendación en la que insta a las entidades financieras a que, dada la incertidumbre económica derivada de la crisis del COVID-19, traten de preservar el máximo de capital posible. La presidenta de Santander ha asegurado que el consejo de administración comparte esa visión y, por ello, antes incluso del anuncio del supervisor europeo, en la sesión celebrada el 23 de marzo, el Grupo ya había acordado cancelar el dividendo a cuenta con cargo al presente ejercicio y posponer la decisión sobre dividendos con cargo a 2020 hasta tener mayor visibilidad sobre el potencial impacto de esta crisis.
Tras esta recomendación del BCE, que insta a preservar capital cancelando los dividendos con cargo a los resultados de 2019 y 2020, el consejo ha decidido cancelar la política de dividendos para 2020. Con ello, Santander tiene la capacidad de conceder 60.000 millones de euros adicionales en créditos.
Asimismo, el consejo decidió este jueves, en línea con la recomendación del BCE, suspender el pago del dividendo complementario de 2019 y celebrar una nueva junta de accionistas, previsiblemente en octubre de 2020, en la que dependiendo de la situación se podría plantear un pago a los accionistas si las incertidumbres con motivo del coronavirus se han resuelto.
“Soy consciente de que, para muchos miles de personas que valoran de manera especial el dividendo, esto no es una buena noticia y puede suponer mayor presión financiera en un momento ya de por sí malo. El consejo y yo misma tenemos que considerar, al tomar este tipo de decisiones, el interés general de todos los accionistas, pero también de la sociedad en su conjunto, y actuar velando por la sostenibilidad del Grupo y las indicaciones del supervisor”, ha explicado. Y añadió: “Apoyando a las empresas y a las familias ahora, ayudaremos a la economía a recuperarse más rápido, a las personas a volver a sus trabajos y a generar el crecimiento que impulsará nuestro negocio y generará retornos a nuestros accionistas en el futuro.”
En lo relativo al capital, la presidenta de Santander ha mostrado su confianza en que la ratio de capital de máxima calidad del primer trimestre esté en línea con el cierre de 2019, incluyendo el impacto de las operaciones inorgánicas cerradas en el trimestre.
Respecto al resto de objetivos fijados en el Investor Day de 2019, ha señalado que se revisarán una vez se despejen las dudas y se estabilice la situación.
“Las empresas somos parte de la solución”
Ana Botín ha repasado en su discurso algunas de las iniciativas puestas en marcha por el Grupo a nivel mundial para dar respuesta al desafío del COVID-19. En lo que respecta a los empleados, ha destacado que la inversión en tecnología de los últimos años ha permitido que más de 100.000 trabajadores desarrollen su actividad desde casa, asegurando la continuidad operativa y de negocio del banco.
Asimismo, en los países más afectados, como España, el banco ha cerrado temporalmente una parte significativa de su red de oficinas para minimizar la exposición de los empleados sin dejar de atender a los clientes. Botín dijo: “Todos tenemos una responsabilidad individual en esta crisis: desde cómo vivimos hasta cómo nos relacionamos con los demás y cómo podemos ayudar. Y las empresas somos parte de la solución”, ha destacado la máxima ejecutiva de Santander.
Además, Botín ha recordado que el banco se ha comprometido a no hacer ningún expediente de regulación de empleo en España y otros países: “Porque es esencial que los que podamos hacerlo, mantengamos ahora el empleo para que las personas que trabajan en el banco puedan contar con su sueldo para superar la crisis y ayudar a los que tienen cerca. Para salir de la crisis económica, necesitamos empresarios que inviertan y creen puestos de trabajo”.
También se ha referido a la creación del fondo de ayuda denominado ‘Juntos’, que estará dotado con al menos 25 millones de euros y que se destinará a comprar y donar equipamiento y material sanitario y ayudar así a contener la expansión del virus. La dotación inicial de este fondo proviene del recorte de la retribución del equipo directivo y el consejo del banco y se complementará con aportaciones voluntarias del resto de empleados. Botín ha reivindicado el papel de Santander para ayudar a los colectivos más golpeados por esta crisis en los países donde el banco está presente. “
Tenemos la responsabilidad de hacer todo lo posible para apoyar a nuestros clientes, particulares y empresas”, ha recordado. Sobre la celebración de la junta de accionistas con asistencia en remoto, Botín dijo: “En 2005, Banesto fue una de las primeras empresas españolas en permitir no sólo la delegación y el voto electrónico, sino la asistencia online de los accionistas con pleno ejercicio de sus derechos. Hoy, en Banco Santander tenemos unos estatutos y una normativa que nos permite continuar reuniéndonos incluso en momentos de crisis como éste. La celebración de esta junta es otra muestra de que estábamos preparados para seguir trabajando al servicio de la sociedad incluso en circunstancias como estas”.
Resultados 2019
En su intervención, Ana Botín ha repasado los resultados de 2019, que han permitido al Grupo generar crecimiento, rentabilidad y fortaleza, desarrollando la actividad de una forma responsable. Así, ha recordado que, en el conjunto del ejercicio, Santander aumentó un 9% el número de clientes vinculados y un 15% el de digitales, mientras que los ingresos alcanzaron el récord de 49.494 millones de euros. También incidió en la mejora de la rentabilidad y el control de costes, que ha permitido a Santander cerrar el año como uno de los bancos más eficientes entre sus comparables.
“Como resultado, hemos logrado un crecimiento interanual del beneficio ordinario atribuido del 3%, superando los 8.200 millones de euros, y un rendimiento ordinario sobre el capital tangible del 11,8%, entre los mejores de nuestro sector”, ha destacado Botín. La sólida posición de capital, después de un año récord en generación orgánica y alcanzó el 11,65% al final de 2019, lo que “nos proporciona un buffer (colchón) sobre los requerimientos regulatorios que es crítico para afrontar la crisis actual”, ha subrayado la presidenta de la entidad, para quien Santander ha demostrado que “hacer negocio de la manera correcta, responsable, funciona”.
Entre otros focos estratégicos, la presidenta de Banco Santander ha mencionado el objetivo de ser una compañía más diversa, en la que el 30% de sus directivos sean mujeres en el año 2025. También se ha referido a la obtención, en 2019, del sello de banco más sostenible del mundo, según el Dow Jones Sustainability Index, y ha recordado que Santander seguirá teniendo como prioridad la lucha contra el cambio climático, para lo que desempeñará un papel clave en la movilización de fondos que ayuden en la transición hacia una economía más sostenible. Objetivo: aumentar la rentabilidad
“Las decisiones que hemos tomado en los últimos cinco años, así como la ejecución que hemos realizado, nos han llevado a un buen punto de partida tanto para afrontar la crisis del coronavirus como para articular una estrategia de crecimiento sostenible y mejora de la rentabilidad cuando pase”, ha señalado Botín, que ha recordado que desde 2013 Santander casi ha duplicado su beneficio ordinario (desde 4.200 millones de euros hasta 8.200 millones), mejorando el retorno ordinario sobre capital tangible en 220 puntos básicos, hasta el 11,8%.
La presidenta de Santander ha anunciado que los objetivos estratégicos a medio plazo serán revisados una vez que se tenga claridad sobre el impacto económico de esta crisis, pero al mismo tiempo ha insistido en que los pilares sobre los que se asienta la estrategia del Grupo se mantienen invariables: mejorar el rendimiento operativo, optimizar la asignación de capital hacia las regiones y negocios que generen mayores retornos y acelerar la transformación del Grupo.
“La implementación de nuestros planes de transformación digital es crítica porque, cuando pase la crisis del coronavirus, el ritmo de transformación se recuperará una vez más. Y, dado que muchos clientes están confiando en la banca digital durante la crisis, es probable que el cambio se acelere”, ha anticipado. “Según los principales indicadores y experiencias pasadas, debemos prepararnos para asumir una contracción profunda del PIB mundial en la primera mitad del año. A partir de ahí, la economía podría registrar una recuperación notable, pero no tan intensa como la caída en la primera parte del año”, ha pronosticado.
La presidenta de Santander ha anticipado en su discurso que los resultados ordinarios del primer trimestre estarán en línea con el primer trimestre del ejercicio anterior, con un impacto muy marginal por la situación derivada del coronavirus en los primeros tres meses del año. Botín ha adelantado que la producción media diaria de créditos en marzo ha crecido un 16% comparado con el mes de febrero, “lo que demuestra que ya estamos apoyando a nuestros clientes”.
“Una cosa está clara: estamos haciendo el máximo esfuerzo y nuestra prioridad es cumplir el compromiso de Santander de apoyar a nuestros equipos, clientes y sociedad en estos momentos tan complicados. Y eso está en el interés de todos nuestros accionistas”, ha recalcado.
José Antonio Álvarez: “El Grupo está preparado para este tipo de situaciones”
El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha destacado la trayectoria de crecimiento que ha seguido el Grupo durante 2019, a pesar del entorno económico de desaceleración, y las pautas normales que ha tenido la actividad durante gran parte del primer trimestre de 2020. Álvarez ha señalado que, dada la incertidumbre actual, el banco trabaja con dos escenarios principales: uno de corta duración y rápida recuperación posterior, y otro en el que la crisis se prolonga por un periodo de tiempo más amplio y cuyo impacto podría extenderse al próximo ejercicio.
“El Grupo está preparado para este tipo de situaciones y, desde que se inició la crisis, ha puesto en marcha sus protocolos en todos los países, activando los comités de crisis corporativos y locales previstos para dar una respuesta contundente y coordinada en todos los frentes, con dos objetivos principales: cuidar de nuestros empleados y asegurar el servicio a nuestros clientes”, ha explicado el consejero delegado, quien también ha remarcado que los niveles de liquidez y solvencia del banco “nos permiten estar en la mejor posición para apoyar a empresas y familias”.
Acuerdos de la junta de accionistas Además de los cuentas de 2019, la junta aprobó la reelección de Ana Botín, Rodrigo Echenique, Esther Giménez-Salinas y Sol Daurella; el nombramiento como consejero externo de Luis Isasi, que también será presidente no ejecutivo de Santander España; el nombramiento de Sergio Rial, actual consejero delegado de Santander Brasil, como consejero ejecutivo, y la ratificación del nombramiento y reelección de la consejera independiente Pamela Walkden.
Para Botín, estas incorporaciones al consejo suponen reforzar el conocimiento y la experiencia en el sector financiero, y reflejan la importancia de estos dos países para el Grupo. Los nombramientos de Isasi y Rial están condicionados a la obtención de las autorizaciones regulatorias correspondientes.
También se ha aprobado la renovación del auditor de cuentas externo para el ejercicio 2020, así como los sistemas de retribución de los administradores y el informe anual sobre remuneraciones de los consejeros.