Los empleados que se encuentran desarrollando su actividad laboral en el centro de producción de las fábricas, están sobreexpuestos al ruido que provocan el funcionamiento de las maquinarias
Esta sobreexposición a la contaminación acústica es una cuestión que preocupa a muchos colectivos, ya que a largo plazo puede causar daños irreversibles en las capacidades auditivas del trabajador, tal y como afirma la Organización Mundial de la Salud.
Entre los sectores más afectados por esta enfermedad auditiva, se encuentra el colectivo dedicado al tratamiento y a la producción de madera. Por ello, la Comisión de Seguridad Laboral, junto con la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, han realizado una guía enfocada a disminuir los ruidos nocivos en estas fábricas.
Ha sido la Comisión de Seguridad Laboral quien se ha encargado de analizar a más de 1.000 empresas españolas, dedicadas al oficio de la industria de la madera y el mueble. Gracias a este estudio, se ha podido proceder a la elaboración de un dossier enfocado en la mejora de la práctica de la prevención de la contaminación acústica en las fábricas.
A día de hoy, se cuenta con grandes avances que pueden aliviar el ruido que generan estas maquinarias. Existen multitud de silenciadores, destinados específicamente para ciertas maquinarias, como silenciadores reactivos, silenciadores para chimeneas o silenciadores para eyector. Pero lo más difícil de todo esto es concienciar, concienciar a los empresarios de que deben invertir en conservar la salud de sus trabajadores.
Las lesiones auditivas no son el único efecto adverso de la exposición del ruido, sino que existen otros problemas de salud derivados de esta práctica continua, como sufrir taquicardias, afecciones en el sistema circulatorio, aumento de la presión sanguínea, aceleración del metabolismo, etc., ya que el oído está directamente relacionado con otros órganos importantes del cuerpo.
Entre las empresas que se dedican a la reducción de ruidos, aseguran que contar con los silenciadores adecuados es una garantía para mejorar la calidad de vida laboral. Y ya no sólo en el sector de la madera, sino en muchos otros como el de la construcción, que también encabeza la lista de los colectivos más afectados por la exposición al ruido.