La XXXIII Campaña Antártica termina una semana antes de lo previsto por el brote del nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2. Las bases antárticas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla se han cerrado y el buque oceanográfico Hespérides, que ha podido repostar combustible y reponer víveres en el puerto argentino de Ushuaia.
Los 37 pasajeros civiles y militares a bordo no han podido desembarcar del buque para coger el avión de regreso a España, ya que tanto Argentina como Chile y Uruguay han cerrado sus fronteras por la emergencia sanitaria. En consecuencia, tratarán de volar desde Brasil y, de no ser posible, volverán a España en el Hespérides.
La actividad oceanográfica en el Atlántico prevista durante la vuelta del buque queda cancelada, por lo que se calcula que el Hespérides estará de vuelta en cuatro semanas. Durante la Campaña se han llevado a cabo 13 proyectos científicos españoles en la Antártida y cuatro proyectos internacionales que se desarrollaron en instalaciones españolas.
Campaña Antártica
La Campaña Antártica Española constituye un modelo de cooperación entre diferentes instituciones públicas y privadas al servicio de la I+D+I, en el marco del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación.
El Ministerio de Ciencia e Innovación financia la operación y mantenimiento de los buques ‘Hespérides’ y ‘Sarmiento de Gamboa’ y los gastos asociados a la logística general de la campaña, y colabora en los gastos de las bases antárticas españolas ‘Gabriel de Castilla’ y ‘Juan Carlos I’. Por su parte, la Agencia Estatal de Investigación financia la mayoría de los proyectos de investigación.
A través del Comité Polar Español se coordinan las actividades que los diferentes organismos desarrollan durante las campañas. Las entidades participantes en estas actividades son la Unidad de Tecnología Marina del CSIC, que gestiona el Sarmiento de Gamboa y la BAE Juan Carlos I en la Isla Livingston y coordina la logística general de la campaña antártica; el Ejército de Tierra, que gestiona la BAE Gabriel de Castilla en la Isla Decepción y la Armada, que opera el BIO Hespérides. Tanto los buques como las bases antárticas forman parte del mapa español de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS), instalaciones, recursos o servicios excepcionales en su género, con un coste de inversión, mantenimiento y operación muy elevado y cuya importancia y carácter estratégico justifica su disponibilidad para todo el colectivo de I+D+I.