Entre los profesionales más afectados se encuentran fisioterapeutas, osteópatas o terapeutas que requieren la presencialidad de sus pacientes. Por el contrario, la videoconsulta ha permitido continuar trabajando a otros especialistas gracias a pacientes que no requerían exploración
El 78% de los profesionales médicos que trabajan en sanidad privada han visto totalmente mermados sus ingresos desde el inicio del confinamiento. Así lo recoge un reciente estudio elaborado por Medical Admin, la plataforma de encuentro para profesionales y centros médicos, que expone cómo muchos centros calificados de atención no esencial se han visto obligados a un cierre parcial o completo y a restringir el acceso de pacientes desde el inicio de la pandemia.
Los municipios con más de 100.000 habitantes han sido los más afectados al concentrar un mayor número de hospitales designados a la lucha contra el COVID-19. En estos núcleos de población los profesionales médicos que compaginaban visitas en la sanidad pública y privada se han visto obligados a renunciar a un porcentaje de sus pacientes. La gran carga de trabajo ha obligado a muchos sanitarios a realizar horas extras o dobles turnos ocasionando un gran desgaste en estos profesionales que además ha impedido que compaginaran su servicio en la sanidad privada.
Pérdida de más de un 80% de ingresos
El cierre de clínicas durante el estado de alarma ha castigado por completo a profesionales que solo se dedican a la medicina privada. En concreto, 8 de cada 10 afirma que han visto reducidos en más de un 80% sus ingresos desde el inicio del estado de alarma al ser incluidos en ERTEs o no haber podido prestar su servicio con completa normalidad. Los profesionales que más han acusado esta situación han sido los fisioterapeutas, osteópatas y terapeutas ya que requieren la presencialidad de sus clientes.
En concreto, este colectivo de profesionales afirma que han registrado un descenso del 70% de clientes pasando de una media de 8 visitas al día a apenas superar los 2 pacientes en su consulta actualmente. Además, cerca de un 10% afirma que se ha visto obligado a desprenderse de despachos independientes donde operaban antes de la pandemia por la incapacidad de asumir costes fijos y están apostando ya por nuevas opciones como las de compartir espacios con otros profesionales.
Videoconsulta, un bálsamo para centros y profesionales
La situación excepcional debido a la pandemia del COVID-19 ha acelerado también la consolidación de nuevas tecnologías en la sanidad. Los procesos asistenciales que no requerían la exploración del paciente se han incrementado en un 330% subrayando la relevancia de esta tecnología en un nuevo contexto de grandes restricciones de aforo en los centros.
Psicólogos, ginécologos y traumatólogos han sido los profesionales más solicitados en este formato de consulta. Pacientes y profesionales médicos aplauden esta alternativa que optimiza procesos como la entrega de resultados o la solicitud de analíticas reduciendo a solo un 30% las visitas indispensables del paciente a la consulta como en el caso de procesos que exigen presencialidad como la exploración.
En este sentido, los centros médicos prevén un futuro donde el papel de la videoconsulta vaya ganando peso y, por tanto, se reformule el concepto tradicional de consulta. Cerca de un 40% contempla desprenderse de salas en búsqueda de una optimización completa de los espacios alternando su uso entre distintos profesionales exclusivamente mediante la reserva bajo demanda.
«La pandemia del COVID-19 ha impactado fuertemente a centros y profesionales médicos en su flujo de trabajo. Desde Medical Admin se piensa que en el futuro la tecnología y los espacios físicos tradicionales conviven. En el nuevo contexto actual, los profesionales no podrán hacer frente a costes fijos por la volatibilidad de su servicio y los centros médicos deberán flexibilizar su modelo de negocio para abrir sus instalaciones cada vez a más profesionales con diferentes necesidades. Ante esta situación, esta plataforma es el lugar perfecto para formalizar esa nueva relación y brindar un apoyo estratégico en un escenario especialmente adverso para la sanidad privada», afirma Albert Soro, CMO y CoFundador de Medial Admin.