Casi 500 empleados públicos de los Puestos de Inspección Fronterizos (PIF), integrados en las delegaciones del Gobierno de España, vigilan y garantizan el tráfico internacional de mercancías que llegan a España o que salen de nuestro país a través de puertos y aeropuertos.
La inspección sanitaria de estos centros está incluida entre los servicios esenciales en la gestión de la crisis ocasionada por el COVID-19, y se mantiene plenamente operativa durante la crisis sanitaria en los puertos y aeropuertos españoles. Además, para atender la emergencia de la pandemia, se ha reforzado la plantilla con 30 funcionarios del Cuerpo Nacional Veterinario y del Cuerpo de Ingenieros Agrónomos del Estado.
Los PIF durante el estado de alarma
Los PIF de los aeropuertos de Madrid y Barcelona registran un notable descenso de actividad, por la prácticamente inexistencia de vuelos comerciales. Su actividad se centra en la llegada de cargueros de pescado fresco y productos vegetales.
La actividad en los puertos registra una desigual evolución, con descensos en las importaciones en puertos como Alicante, Bilbao, Valencia y Barcelona. Algeciras no registra cambios significativos de actividad en partidas comerciales, ni en la llegada de camiones con mercancía fresca en ferry, ni en la llegada de contenedores. El tráfico de pasajeros con Marruecos se mantiene cerrado.
Murcia es un importante punto de exportación de ganado vivo hacia países árabes. Esta semana embarcarán 3.000 terneros y 13.300 corderos con destino a Libia y Líbano. Estos datos representan un incremento superior al 30% respecto a la actividad de años anteriores.
En cuanto a las previsiones destacan dos para las próximas semanas: las campañas de exportación de cítricos y de fruta de hueso, que se desarrollan principalmente a lo largo del arco mediterráneo.
Balance anual de los PIF
La labor de vigilancia permanente que realizan los PIF registró en 2019 un total de 482.079 controles sanitarios en partidas procedentes de otros países.
La labor de estos servicios es necesaria para evitar riesgos sanitarios en el abastecimiento de mercancías de consumo de primera necesidad y de materias primas imprescindibles para la actividad del sector primario, como son las materias primas para la alimentación animal o para los medicamentos.
Los servicios de inspección sanitaria en frontera son los responsables de controlar que las mercancías que llegan a nuestros puertos y aeropuertos procedentes de terceros países cumplen con todas las garantías necesarias para evitar posibles riesgos sanitarios y fitosanitarios.
Están integrados por equipos de inspección especializados en el control de productos destinados al consumo humano para preservar la salud pública, en el control de productos farmacéuticos para garantizar su eficacia, calidad y seguridad, en el control de animales vivos y de productos que puedan afectar a la sanidad animal, y en el control de posibles plagas que puedan afectar a los productos vegetales.
Certificados sanitarios para la exportación
Además de su actuación en controles sanitarios de entrada de mercancías, estos servicios de inspección son los encargados de emitir también los certificados sanitarios necesarios en la exportación de productos agrícolas y ganaderos y productos farmacéuticos, prestando una atención esencial a un sector que tiene un peso destacado en muchas comunidades autónomas.
Durante 2019 se emitieron certificados sanitarios en la exportación de 281.632 partidas de productos destinados a países fuera de la Unión Europea.