Durante esta semana, Madrid acoge una de las citas obligadas para el sector gastronómico nacional. La XXXI edición del Salón de Gourmets que se desarrolla hasta mañana jueves 27 de abril contará con los guisos tradicionales de Valdelicias, la pyme salmantina especializada en platos preparados, dentro del stand de la Marca de Garantía Ternera Charra.
Esta empresa surgida en 2011, cuando la crisis económica golpeaba con mayor fuerza a la provincia, fue impulsada por tres emprendedores salmantinos que buscaban crear una industria alimentaria en su pueblo, Valdecarros, situado a treinta kilómetros de la capital.
Los hermanos Roberto y Belén Nieto, junto con Manuel Vicente no eran profanos en la materia. Acumulaban años de experiencia en la hostelería junto a sus padres, Sixto y Visi, quienes regentaron varios negocios y les enseñaron las recetas que hoy ponen a la venta con un nuevo formato.
“Queríamos ofrecer un producto gourmet que destacase por tres cosas: su calidad, su sabor y la comodidad para comerlo. Hemos llevado a cabo siete recetas, con unos recipientes especiales para que el cliente sólo tenga que calentar y disfrutar del plato”, explica Roberto Nieto, uno de los tres socios de Valdelicias.
Ofrecer un plazo de caducidad amplio para un plato casero es otro de los puntos fuertes de sus productos. “Llevamos a cabo guisos tradicionales con una fecha de caducidad larga, 90 días, lo que significa que en ese plazo se puede degustar un guiso casero sin perder ningún atractivo”, explica el gerente de la empresa miembro de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Preparados Cárnicos (AESCARNE) integrada en CONFAES.
Callos y morro en salsa roja, lengua guisada, estofado de ternera, lomo y longaniza ibérica a la olla y las carrilleras ibéricas al Pedro Ximénez tienen un objetivo principal: “acabar con la imagen preconcebida que se tiene del plato preparado como un producto sin apenas calidad”, argumenta uno de los hermanos Nieto.
Esta nueva forma de presentar platos con décadas de tradición va poco a poco extendiéndose desde su sede en Valdecarros, llegando a los stands de varios hipermercados a nivel regional y nacional.
“La mejor publicidad que tenemos son nuestros propios clientes. Estamos convencidos de que quien prueba Valdelicias, repite”, comenta.
Emprendiendo desde cero
No todo ha sido coser y cantar. Pese a que en Salamanca no existía ninguna industria alimentaria similar, emprender no fue nada fácil, más si se intenta llevar a cabo desde un núcleo rural. “Nos embarcamos en este proyecto en medio de la crisis y hemos salido adelante a base de coraje y trabajo. Sin ningún tipo de apoyo”, declara Roberto Nieto.
Sin embargo, de lo que están más orgullosos los fundadores de Valdelicias es haber evitado la emigración de nuevos vecinos de Valdecarros. “Ésta ha sido nuestra mayor satisfacción, crear una empresa viable que evite que se repita lo que les sucedió a nuestros padres. Tener que salir del pueblo para ganarse la vida. Ahora nosotros trabajamos en el pueblo y esperamos poder fijar más población aquí”, manifiesta.
Los planes de futuro para esta empresa salmantina siguen paso a paso, guiados por la prudencia. En primer lugar, “aumentar la producción sin perder la esencia del plato casero” al mismo tiempo que “crecemos con más productos como conservas”, concluye.
REDACCIÓN