Su nombre es Molly Lixey y es enfermera en Estados Unidos. Hace unos días colgó este vídeo en su perfil de Facebook con la intención de mostrar a sus contactos lo fácil que es contagiarse, aun usando guantes y mascarilla. Lo que no se imaginaba es que su vídeo se haría viral y se vería en todos los países del mundo.
Para su demostración tan sólo ha necesitado unos guantes, un cartón, un poco de pintura y una situación imaginaria: ir a hacer la compra al supermercado. La joven contó que al ir a hacer la compra se dio cuenta del gran número de clientes que llevaban guantes y los usaban de forman incorrecta sin tener en cuenta la contaminación cruzada.
En tan sólo tres minutos de vídeo explica lo rápido que se pueden transmitir los gérmenes. Mediante la pintura demuestra como las bacterias pasan de sus manos a los productos que toca, a su móvil y a su cara.
“Me aterra pensar que las personas creen que están a salvo solo porque están usando guantes y no sean conscientes de que todavía podrían estar haciéndose daño a sí mismos o a otros”, dijo Lixey en conversación con CNN.
La moraleja del vídeo es bastante clara. Los guantes ayudan a evitar contagios, pero no tiene sentido usarlos si después no vas a lavarte las manos,