Una irresistible propuesta gastronómica de fusión japonesa, guiños coloniales y muchas sorpresas
Ana S. Diéguez
Septiembre siempre empieza con una sensación agridulce porque se acaban las vacaciones, volvemos a la rutina y los días se alargan para despedirnos de esas inolvidables vacaciones estivales que no se volverán a repetir hasta dentro de un año. Sin embargo, el Grupo Sushita propone transformar este regreso en una experiencia positiva, donde cada comida se convierte en un pasaje directo a otros rincones del mundo para continuar viajando por el mundo a través del paladar.
Sus preciosos restaurantes logran transportarnos a París, Marrakech, Singapur o Hawái sin necesidad de salir de Madrid, y es que la firma fundada en 1999 por Natacha Apolinario y los hermanos Sandra y José Manuel Segimón, ha logrado consolidarse como sinónimo de innovación, diseño y excelencia gastronómica.
Una de sus últimas aperturas, bautizada como Sushita Cabana, ubicada en Aravaca, es la mejor prueba de ello. Un espectacular espacio luminoso y acogedor, que combina una maravillosa estética japo-colonial con piezas únicas de decoración, donde destaca una chimenea de mármol rojo procedente del Mercado de las Pulgas parisino, unos impresionantes jarrones de Siena, las elegantes lámparas de bambú importadas de Italia y un espectacular mural pintado a mano por Johina García Concheso. El resultado es un escenario envolvente que invita a quedarse y dejarse llevar, mientras nos adentramos en su seductora propuesta gastronómica.
La carta, fiel a la esencia de Sushita, apuesta por la fusión de la cocina japonesa con influencias cantonesas y del sudeste asiático y entre los imprescindibles destacan los nigiris de huevo de codorniz con jamón y chips, la tempura de gambas rojas con chili dulce, el delicado black cod con pak choi y chimichurri, o la sorprendente tarta árabe, que se convierte en un broche final perfecto para los más golosos. Todo ello llega a la mesa servido en vajillas diseñadas por la propia presidenta del grupo, Sandra Segimón, que además podemos adquirir en el restaurante para continuar disfrutando en casa.








Nuestra velada en Sushita Cabana comenzó con un divertido nigiri de huevo de codorniz con jamón y crujiente de patata, que compartió protagonismo con unas exóticas croquetas de carabinero con Kimuchi. Un formidable comienzo, que dio paso a su aclamada tempura de gamba roja con chili dulce que resulta absolutamente adictiva y que sin duda nos hará volver muy pronto.
De los principales, probamos unos riquísimos tallarines de arroz, estilo Thai con langostinos que resultan perfectos para compartir antes de sucumbir a los encantos de la irresistible tarta árabe, sin duda, el postre estrella de la casa.
El Grupo Sushita reafirma su imparable expansión con un concepto que va más allá de lo puramente gastronómico y que logra convertir cada bocado en una escapada y cada restaurante en un destino. La magia y los exóticos sabores de Sushita Cabana os esperan en Aravaca… ¿Os podréis resistir?
SUSHITA CABANA
Dirección: Avenida de Valdemarín 167,
Aravaca 28023 Madrid
Teléfono: 919 90 84 48
Ticket Medio: 45€
Web: https://www.sushita.com/

