El restaurante ya forma parte de Bib Gourmand de la Guía Michelin
Ana S. Diéguez
En el madrileño distrito de Chamberí, en los aledaños de la siempre animada Plaza de Olavide, nos aguarda Sisapo, un encantador restaurante que nos sorprende con una original propuesta gastronómica, donde confluyen tradición y vanguardia y exóticos sabores de Asia y Sudamérica. Su reciente reconocimiento con el prestigioso Bib Gourmand de la Guía Michelin, pone de manifiesto que Sisapo no es solo un lugar para comer, sino una experiencia única que traspasa los límites de lo puramente gastronómico.
Desde que abrió sus puertas en enero de 2020, Sisapo ha cosechado una fiel clientela y ha dejado una huella en la escena culinaria de Madrid. Fundado por tres amigos, todos ellos apasionados por la gastronomía, este proyecto destaca por su capacidad de conectar el legado histórico con la innovación contemporánea. El nombre del restaurante, rinde un bonito homenaje a la antigua ciudad romana de La Bienvenida, en Ciudad Real. Una clara declaración de intenciones, que pone de manifiesto su objetivo de tender un puente simbólico entre el pasado y el presente.
Nada más cruzar el umbral de Sisapo, su bonita decoración nos cautiva desde el primer momento. Un cuidado proyecto de interiorismo, que combina la estética industrial con toques vintage cuidadosamente seleccionados. Un agradable espacio, donde cada detalle está pensado para crear un ambiente que resulta tanto moderno como acogedor. Un local sumamente versátil que se convierte en el destino ideal tanto para disfrutar desde una comida íntima como para compartir una agradable e informal velada con amigos.
Al frente de los fogones de Sisapo, el chef y copropietario Alejandro Aguirre nos sorprende en cada visita con una propuesta culinaria que toma forma en un magnífico viaje sensorial. Irresistibles recetas en las que fusiona acertadamente ingredientes locales con influencias de Asia y América Latina, logrando convertir cada plato de la carta en una auténtica obra de arte que combina tradición y vanguardia. La creatividad y la pasión se perciben en cada detalle, desde las presentaciones impecables, hasta los sorprendentes sabores que logran estar a la altura de los paladares más sibaritas. Una propuesta gastronómica original y de gran calidad, a un precio contenido, convierten a Sisapo en un plan perfecto para cualquier ocasión.
Nuestra experiencia en Sisapo comenzó de manera espectacular con una vieira del Pacífico flambeada, acompañada de una salsa de miso, mayonesa de yuzu, mango y un toque sutil de jalapeño. Este plato nos sorprendió por su equilibrio perfecto entre sabores dulces, salados y un leve punto picante, invitándonos a rebañar cada rincón de la concha antes de pasar a probar el siguiente bocado. La alcachofa frita con gambones al ajillo y cremoso de coliflor fue el siguiente paso. Una divertida combinación que juega maravillosamente con las texturas y que nos conquistó por completo con cada cucharada, convirtiéndose en uno de los platos favoritos de la velada.
Seguimos con unas gyozas de carabinero servidas con una intensa salsa hecha a base de leche de coco, jugo de las cabezas de los carabineros y lemon grass. Una inolvidable explosión de sabor en boca, que dio paso a un rotundo Shao Mai de rabo de toro, coronado con un huevo de codorniz, que nos deslumbró desde el primer instante. Su sabor profundo y la perfección de su elaboración lo convirtieron en un plato memorable que nos hará volver a Sisapo antes de lo que teníamos previsto.
De los principales, nos decidimos por el pulpo a la parrilla, presentado sobre una base de comino, pimentón y un cremoso de tubérculos, que va acompañado de patatas baby y setas shiitake. Esta reinterpretación del clásico pulpo a la gallega da un giro único y exquisito, manteniendo sus matices en un equilibrio impecable. Llega humeante a la mesa, y cada bocado revela el cuidado y la técnica detrás de su preparación.
Para cerrar con broche de oro, sucumbimos a la seductora tarta fluida de queso, servida con caramelo de boniato y helado de violeta. Y por si no fuera suficiente, también probamos el coulant de chocolate con helado de pistacho. Ambos postres son un regalo para los paladares más golosos, y sería difícil decidir cuál de ellos disfrutamos más. Sin duda, una experiencia redonda que nos dejó con ganas de repetir.
Sisapo nos sorprende con una apetecible carta con matices viajeros y sabores inolvidables donde confluyen tradición y modernidad. Un restaurante diferente y único en la capital que logra que nada más salir por su puerta… ¡Ya estemos pensando en volver!
SISAPO
Dirección: Calle de Trafalgar 14
28010 Madrid
Teléfono: 910 29 12 47
Web: https://sisapo.es/
Ticket Medio: 40€
Menú degustación: 50€