Con efecto inmediato, todos los miembros de la APRA han acordado poner fin a las reclamaciones entrantes en relación con COVID-19 (Coronavirus). Esta medida aclararía a la situación de incertidumbre en la que se encuentran los pasajeros y apoyará a la industria de viajes
A estas alturas, la mayoría de las personas sabe que COVID-19 se ha extendido a la mayor parte del mundo, perturbando significativamente la vida pública, incluyendo los viajes aéreos.
Uno de los efectos negativos de este brote es la confusión entre los pasajeros y las aerolíneas. La Asociación de Defensores de los Derechos de los Pasajeros (APRA) existe para ayudar a todos los pasajeros aéreos y defender sus derechos. Por esta razón, consideramos que los pasajeros se merecen claridad y seguridad jurídica en una situación como la actual.
Por eso, todos los miembros de APRA han considerado que las perturbaciones causadas directamente por el Coronavirus deben ser consideradas como circunstancias extraordinarias. Esto reflejaría el hecho de que la situación con el COVID-19 está fuera del alcance del control de las compañías aéreas.
Las líneas aéreas seguirán siendo responsables de atender a sus pasajeros, y APRA sigue comprometida con la protección de los derechos de los pasajeros aéreos vulnerables durante toda la crisis.
En opinión de la presidenta de APRA, Adeline Noorderhaven, «nuestros miembros ya han comenzado a rechazar proactivamente las demandas de compensación de pasajeros de vuelos relacionados con COVID-19. Los pasajeros aéreos son unos consumidores muy vulnerables. Es nuestra misión defenderlos cuando sus derechos no son atendidos. Sin embargo, nos parece importante ser realistas y razonables. La claridad y la certeza jurídica son de suma importancia en la situación actual. En nuestra opinión, la actual crisis del coronavirus ha ido más allá del control razonable de las aerolíneas y debe ser catalogada como extraordinaria. Evaluando las reclamaciones caso por caso, ayudamos al pasajero y al mismo tiempo mantenemos la carga de trabajo de las aerolíneas manejable. Nadie se beneficia de sistemas judiciales abrumados, pasajeros confundidos y aerolíneas frustradas».
«Sin embargo, queremos subrayar que, ahora más que nunca, es crucial mantener un marco de derechos de los pasajeros sólido como una roca. Como han afirmado varias grandes compañías aéreas, es probable que esta crisis acelere la actual batalla de la competencia en la industria de la aviación, en detrimento de las compañías aéreas más pequeñas. Esto significa inevitablemente una reducción significativa de las opciones de los consumidores, precios más altos y una situación de oligopolio, dejando al pasajero aún más vulnerable. No debemos olvidar que el pasajero es y debe seguir siendo el centro de atención. Seguiremos trabajando estrechamente con las instituciones de la UE y confiamos en que abordarán esta crisis de manera adecuada», dijo Noorderhaven.