Difícil reservar en este diminuto restaurante que cuenta con una sola mesa y seis meses de espera en su libro de reservas
Ana S. Diéguez
Conseguir reserva en la única mesa de Santoku con capacidad para ocho comensales no es tarea fácil. Su gran acogida ha tenido como resultado que si queremos reservar tengamos que esperar como mínimo seis meses para poder saborear su sorprendente menú omakase.
El restaurante más pequeño de Madrid, ubicado en los aledaños del madrileño parque de El Retiro, más concretamente en el numero seis de la madrileña calle de Lope de Rueda, tiene como gran reclamo un original menú sorpresa de corte nipón de seis pases. Una propuesta que su chef y artífice, el carismático Gabriel Suárez, cambia cada cuatro meses para continuar sorprendiéndonos en cada visita.
Un chef autodidacta y vegetariano, que jamás prueba sus platos pero que, gracias a sus estudios de sociología, puede leer en las expresiones de sus clientes el grado de satisfacción. Abrumado por el éxito obtenido en un tiempo record, Suárez ya tiene en mente la apertura de una nueva sede de Santoku en la capital para poder atender la creciente demanda que le ha pillado por sorpresa.
Sorprendido, agradecido y muy motivado con su proyecto más personal, con Santoku, Gabriel nos adentra en una inolvidable aventura que traspasa los limites de lo puramente gastronómico.
Bautizado en honor a ese versátil cuchillo japonés, visitar Santoku se convierte en una inolvidable experiencia donde confluyen arte y gastronomía. Sus platos, pequeñas joyas culinarias, son un verdadero espectáculo que podremos disfrutar por el módico precio de 35€.
El primer pase de nuestro menú omakase en Santoku empezó con un original temaki de atún. Una maravillosa explosión de sabor en boca que nos condujo a una sabrosa gyoza de cocido madrileño. Una pequeña elaboración con un gran sabor que hace un divertido guiño a la gastronomía española y que dio paso a un arriesgado roll de anguila con hígado de pato y salmón, que sorprende por su delicadeza y equilibrio. Una verdadera delicia para el paladar, que desembocó en un riquísimo bao de salmón que disfrutamos mordisco a mordisco, antes de sucumbir a los encantos de su ya famosa anguila kabayaki caramelizada con azúcar de caña. Un curioso juego de sabores que funciona de maravilla y que culminó con el pase final, el sorprendente nigiri de salmón con fresa caramelizada, que hace las veces de postre. Una deliciosa elaboración que pone ese toque dulzón para rematar nuestra velada en Santoku, algo que se agradece teniendo en cuenta que el restaurante no ofrece postres ni café. ¡Ni falta que hace!
Santoku democratiza la gastronomía nipona con su ajustado menú degustación que por tan solo 35€ nos adentra en una inolvidable experiencia que se disfruta plenamente con cada uno de los seis pases de su original menú. Resulta tentador ¿Verdad?
SANTOKU
Dirección: Calle de Lope de Rueda, 6,
28009 Madrid
Reservas: san-toku.es
Web: https://www.san-toku.es/
Ticket Medio: 35€