Por lo general, cuando un adulto piensa en un niño, se lo imagina jugando.
Y es que, el juego es imprescindible para el normal desarrollo y crecimiento de cualquier pequeño.
Sin embargo, muchas veces los adultos se empeñan en obsequiar a los pequeños de la casa con juguetes tecnológicos que hubieran causado furor en su época, pero que hoy son el pan nuestro de cada día.
No obstante, y tal y como indica un mayorista de juguetes en España, “existen clásicos con los que siempre se acierta y que no siempre se tienen en mente, generalmente, por creer erróneamente que ya se poseen. Las pelotas y muñecas, los juegos de construcción, los coches de control remoto, los puzles y los instrumentos musicales son hoy tan imprescindibles como lo fueron desde su creación”.
Pero, lo cierto es que las estaciones también marcan el uso y disfrute de unos y otros juguetes. Y, en plena época estival, lo que toca es disfrutar de cubos y accesorios de playa, colchonetas e hinchables, palas y juegos de bolas, canastas y porterías para agua, así como las clásicas e indispensables pistolas de agua y, por supuesto, las bicicletas, patines y patinetes. En definitiva, todos aquellos juguetes y juegos que tienen que ver con el disfrute del aire libre y de la naturaleza, algo de lo más necesario tras las largas semanas de obligado encierro a las que adultos y pequeños se vieron sometidos hace apenas unas cuantas semanas.
Cierto, en la actualidad, comprar un juguete puede resultar complicado dado que existen multitud de opciones que, en una amplia mayoría, distan mucho de parecerse a aquellos con los que un adulto jugó en su día. No obstante, “con frecuencia se comete el error de dejar de lado los clásicos, pese a ser de los que más horas de juego suelen proporcionar”.
Y es que, ¿qué niño no se ha pasado horas y horas jugando con un balón? Fútbol, baloncesto, voleibol, balonmano, brilé o balón prisionero, así como todos aquellos que quepan en la imaginación de un pequeño y, por supuesto, las versiones acuáticas de los mismos, que resultan imprescindibles cuando el calor aprieta.
Un balón, resulta imprescindible en cualquier hogar, para disfrute de los pequeños y, también, de los adultos.