Su primer local de la calle Guzmán el Bueno abrió sus puertas en 1959, y su gran acogida se ha traducido en un nuevo restaurante en el Barrio de Salamanca
Ana S. Diéguez
Hablar del restaurante Nájera o más bien del bar Nájera significa viajar atrás en el tiempo más de seis décadas que fue cuando abrió su primer local en la madrileña calle de Guzmán el Bueno. Su artífice Florencio, animado por su mujer Marina, se embarcó en la trepidante aventura de montar un restaurante que, a día de hoy, se ha convertido en un clásico de la capital.
Un local que se caracteriza por ofrecer toda la autenticidad de las materias primas elaboradas con un estilo inconfundible. Productos de primerísima calidad elaborados con sumo esmero, para que el comensal disfrute plenamente de una propuesta gastronómica con alma y esencia. Sabores en estado puro donde confluyen tradición y modernidad, que ahora además de en Guzmán el Bueno se pueden saborear también en el Barrio de Salamanca, más concretamente en el numero ciento dieciséis de la madrileña calle de Claudio Coello.
Un precioso local con dos zonas bien diferenciadas. Arriba, una zona de barra más informal, que resulta ideal para esos picoteos improvisados, y abajo un agradable y luminoso comedor para veladas más distendidas. En la carta de Nájera encontramos propuestas clásicas e innovadoras, en las que prima siempre la calidad. Recetas sencillas, honestas y rotundas, que están siempre a la altura de los paladares más exigentes.
En la actualidad, Ramón Hidalgo, «Monchete» para los amigos, al frente de los dos locales se esmera por seguir ofreciendo siempre la mejor calidad, como hacía su padre. Restaurantes que se caracterizan por su honestidad, tradición y sobre todo por ofrecer siempre al cliente las mejores materias primas a un precio muy comedido.
En nuestra última visita al restaurante Nájera de Claudio Coello comenzamos saboreando unas espectaculares gildas que elaboran con boquerones, salmón, atún, cebolla morada, piparras y aceitunas, que son un verdadero espectáculo. Continuamos con unas ricas papas arrugadas con mojo picón que disfrutamos plenamente, antes de sucumbir a los encantos de las exquisitas alcachofas de Jerusalén que tenemos claro que nos harán volver muy pronto al restaurante Nájera.
El morrillo de atún en escabeche es una delicia en toda regla que no siempre tienen y que merece la pena probar. Sabor en estado puro, que nos condujo a una excepcional merluza rebozada con pisto y cebolla frita que disfrutamos plenamente antes de pasar al dulce momento del postre.
Finalizamos nuestra velada con una correcta torrija casera con helado de vainilla con la que nos despedimos de este encantador restaurante donde pidamos lo que pidamos… ¡Siempre acertamos!
Nájera, nos deleita con una propuesta gastronómica de gran calidad a precios razonables. Sensacionales recetas que alcanzan su punto álgido en compañía de la amplia y variada selección de vinos que conforman su carta líquida. Sin duda alguna, una parada obligada para los fervientes amantes… ¡Del buen comer y del mejor beber!
Restaurante Nájera
Dirección: Calle de Claudio Coello, 116, 28006 Madrid
Web: http://www.barnajera.com/
Ticket Medio: 40€