Repsol contará en 2021 con la primera planta de la Península Ibérica para la fabricación de polímeros de alta resistencia al impacto. Para producir estos materiales avanzados, la compañía adecuará una de las unidades de su Complejo Industrial de Tarragona, con un coste total de 32 millones de euros, entre inversiones y otro tipo de desembolsos.
Se trata de un producto de alta especialización, que aporta un gran valor añadido en mercados como el de la automoción, tanto por su mayor ligereza como, principalmente, por su extraordinaria resistencia al impacto, lo que redunda en una mayor seguridad de los vehículos.
Gracias a estas características, este tipo de polímeros sirven como materia prima para la fabricación de parachoques y diferentes elementos interiores y exteriores de los vehículos que requieren de especial firmeza, como paneles de puertas e instrumentos. Su uso en estas piezas aumenta significativamente la protección del habitáculo.
Además, estos materiales también son útiles para otros tipos de aplicaciones, como la fabricación de maletas, equipamiento deportivo o carcasas de grandes baterías, que pueden aprovechar sus características particulares para mejorar sus prestaciones.
Esta nueva gama de polímeros tiene menor densidad que otros materiales alternativos, con lo que además, contribuye a disminuir el peso total de los vehículos, lo que reduce sus emisiones y amplía su autonomía. Este proyecto refuerza el papel de Repsol como suministrador clave para el sector de la automoción y compañía comprometida con el medio ambiente, en el marco de su objetivo de alcanzar cero emisiones netas en el año 2050.
Para fabricar esta nueva gama de polímeros la compañía instalará un segundo reactor en una de las unidades de producción de polipropileno del área Química de su Complejo Industrial de Tarragona.
Este centro petroquímico de Repsol es el más importante de España y en él se fabrican distintos tipos de polímeros, materia prima para infinidad de productos de uso cotidiano.
Con esta nueva apuesta industrial, Repsol refuerza su compromiso con un sector altamente exigente y muy avanzado técnicamente como el de la automoción y de gran importancia en Europa, con el que la compañía lleva más de 25 años colaborando gracias a su capacidad innovadora y tecnológica. Repsol fabrica y comercializa una amplia variedad de productos químicos, que abarcan desde la petroquímica básica hasta la derivada, entre los que se encuentra una amplia gama de poliolefinas, todas 100% reciclables. La compañía apuesta por una química eficiente en su proceso industrial y orientada a la economía circular, con el objetivo de reciclar en 2030 el equivalente al 20% de su producción de poliolefinas.
Los productos petroquímicos, muy presentes en el día a día, tienen un papel protagonista en un escenario de menor intensidad de carbono. Además, mejoran la eficiencia energética gracias a sus propiedades ya que permiten reducir el peso de los materiales, por lo que, por ejemplo, contribuyen a un menor consumo de energía en la movilidad y permiten un mejor aislamiento de hogares y edificios.