Hace meses que comenzó a extenderse por el mundo un virus que, si bien parecía muy lejano al principio, por eso de comenzar en China, ha tardado poco en alcanzar a nuestro país y extenderse por el resto de continentes, causando miles de muertes y obligando a los gobiernos de todos los países a tomar medidas que en algunos casos tardaron demasiado, provocando un enorme número de contagiados y, por ende, también de muertos.
Y si las pérdidas personales son cuantiosas, también lo están siendo las económicas. Con muchos sectores paralizados casi por completo, las bolsas caen en picado y los dirigentes intentan tomar medidas para paliar una posible, y más que probable crisis financiera causada por el COVID-19.
Sin embargo, y tal y como comentan desde Oro Bilbao, “son muchos los inversores que ante la situación de inestabilidad económica que vivimos actualmente han decidido apostar por el valor siempre seguro que representa el oro”.
Pese a que algunos ven el oro como un material empleado para adornar las manos, muñecas, cuellos y orejas de mujeres y hombres, lo cierto es que el oro es además una de las mejores inversiones que se pueden hacer en la actualidad.
Y mientras que unos piensan donde invertir sus ahorros para ganar más dinero, otros, ahogados por la situación económica en la que el coronavirus los ha sumido, se afanan por encontrar una manera de ingresar dinero en unas cuentas que dentro de nada estarán en números rojos.
Y es que, no hace falta ser economista para caer en la cuenta de que sin ingresos y con muchos gastos a los que hacer frente, es imposible obtener un balance positivo.
El oro, es en estos días, una moneda de dos caras, los que tienen dinero lo invierten en este material, mientras que los que carecen de él se ven en la obligación de vender aquellas joyas que tienen valor, consiguiendo de esta forma un pequeño respiro y mucho pesar, ya que en una enorme mayoría de casos las joyas de oro tienen una enorme carga sentimental.
Y mientras que los inversores ven como se multiplica su inversión, los otros, sin embargo, ven como se duplica su pesadumbre.
No obstante, el oro es, en ambos casos, el salvavidas que estaban buscando.