Se ha llegado a un contexto global en el que si se aboga seriamente por una actividad económica respetuosa con el medioambiente, es necesario frenar el consumo energético y potenciar en gran medida las energías renovables
Cualquier actividad que desarrolla el hombre requiere de una cierta cantidad de energía. Por ejemplo, en la producción de automóviles se consumen, además de materias primas, grandes cantidades de energía eléctrica, lo que implica una gran gasto de gas natural y carbón.
Los conceptos de energía y medioambiente están estrechamente ligados. Por un lado, el uso de energías derivadas de los combustibles fósiles produce una serie de impactos sobre el entorno medioambiental; desde la la extracción de las materias primas hasta su proceso de conversión y aprovechamiento. Y por otro lado, cabe mencionar que se trata de recursos limitados y no renovables, lo que es muy preocupante respecto al futuro desarrollo de la sociedad.
Es cierto que existen a día de hoy alternativas relativamente viables frente a las fuentes de energía tradicionales, garantizando en cierta medida el bienestar, además de contaminan menos que las fuentes energéticas provenientes de los combustibles fósiles. No obstante, las energías de origen fósil se siguen imponiendo.
Las políticas actuales de gestión y ahorro energético deben propiciar tanto la concienciación de la ciudadanía como un consumo menor de las energías de origen fósil, además del reemplazo progresivo por energías verdaderamente limpias y renovables.
El modelo energético actual es insostenible
El veloz desarrollo de la tecnología, el crecimiento demográfico global y la continua sobreexplotación de los recursos naturales disponibles ha derivado en un situación de alarma sobre el agotamiento paulatino de las reservas de energía y las materias primas. Los datos son claros al respecto, el consumo de combustibles fósiles es tres veces mayor en la actualidad que hace 50 años.
Es cierto que la utilización de las fuentes energéticas de origen fósil ha permitido el progreso y desarrollo de la industria, pero la explotación de estos recursos ocasiona dos problemáticas en particular:
- Son recursos limitados que, debido a su sobreexplotación durante las últimas décadas, se han visto mermadas sus reservas de manera significativa.
- Su uso implica evidentes impactos sobre el medioambiente: residuos, sólidos y líquidos, gases invernadero, lluvia ácida, conflictos bélicos, desequilibrio social. Y estas repercusiones inciden directamente sobre la calidad de vida de las personas y sobre el clima.
Por tanto, el consumo desmedido de fuentes no renovables está constatando que la política en materia energética es insostenible a nivel mundial, sobre todo por los dos puntos señalados anteriormente.
Una nueva tecnología energética podría cambiar el rumbo de la humanidad
Los neutrinos son unas partículas invisibles que viajan a la velocidad de la luz, alcanzado la superficie del planeta de manera incesante. Ni siquiera las rocas, los bosques o los mares y océanos frenan a estas partículas, puesto que atraviesan casi todos las sustancias terrestres sin sufrir apenas alteraciones.
Esto es un hecho probado científicamente, pero el hallazgo más asombroso de estas partículas, aún desconocidas por la mayoría, es que tienen masa. No en vano, dos científicos (Takaaki Kajita y Arthur McDonald) probaron de manera independiente que, efectivamente, los neutrinos tienen masa. Por este gran descubrimiento ambos científicos ganaron el Premio Nobel de Física en 2015.
Tomando como base la teoría de la relatividad de Albert Einstein, que establece que todo lo que tiene masa se puede convertir en energía, los investigadores y científicos del Neutrino Energy Group trabajan arduamente para convertir a estas partículas en una fuente de energía viable para la humanidad. De hecho, ya está en marcha la primera generación de dispositivos electrónicos alimentados por neutrinos, así como un reto aún mayor, la fabricación de un primer vehículo alimentado con energía neutrinovoltaica.
Los avances en la tecnología neutrovoltaica no solo acabarían con la dependencia de los combustibles fósiles, también solucionaría los problemas a los que se enfrentan las energías renovables (eólica, solar…), puesto que, tras muchos años de vigencia, no han logrado que se prescinda de los combustibles fósiles debido a su eficiencia parcial.
Por tanto, una tecnología que aprovechara unas partículas —que alcanzan la Tierra de día y de noche sin cesar— y lograra transformarlas en energía utilizable, ofrecería una nueva esperanza respecto a la búsqueda de una fuente de energía alternativa realmente viable, cuyo uso no suponga ningún daño medioambiental ni de ningún tipo. Neutrino Energy Group ya ha dado grandes pasos al respecto, y un mayor impulso de esta tecnología cambiaría el rumbo de la humanidad hacia un futuro idílico.