Gonzalo y Antonio, segunda generación de la familia De Pedro Meño, nos sorprenden con una propuesta gastronómica protagonizada
por su horno de leña centenario
Ana S. Diéguez
Visitar El Pedrusco de Aldealcorvo nos hace viajar en el tiempo para embriagarnos con los mejores sabores de la cocina castellana. El bonito proyecto del matrimonio formado por Antonio y Sagrario, abrió sus puertas en la década de los ochenta y en la actualidad son sus hijos, Gonzalo y Antonio, los que continúan con el negocio familiar.
Un restaurante con sabor a tradición, donde los asados en horno de leña son, sin lugar a dudas, su buque insignia, aunque en su apetecible carta nos aguardan deliciosas opciones para todos los gustos. Una cocina de producto, protagonizada por un horno de leña centenario que trajeron, piedra a piedra, del pueblecito segoviano de Aldealcorvo, que ha sido muy merecidamente reconocido por las guías Repsol y Michelin.
La segunda generación de la familia De Pedro Meño, con Gonzalo en cocina y Antonio en sala, nos adentra en una impecable propuesta gastronómica donde confluyen equilibradamente tradición y vanguardia. Recetas de siempre a las que les han aportado un divertido toque de modernidad para adaptarse a los tiempos que corren y mantenerse al pie del cañón en el complicado mundo de la restauración.
El Pedrusco de Aldealcorvo nos recibe con una estética sobria y muy castellana. Un asador como los de antaño, donde siempre nos reciben calurosamente para que disfrutemos de una agradable velada mientras saboreamos los espectaculares platos que elaboran en ese emblemático horno de leña.
Ubicado en pleno corazón del barrio madrileño de Chamberí, a la altura del número veintisiete de la calle Juan de Austria, visitar El Pedrusco de Aldealcorvo es siempre sinónimo de disfrute. Un destino perfecto para los amantes de la buena mesa, que el pasado dieciséis de octubre celebró la jornada de ese maravilloso cochinillo segoviano.
Una inolvidable velada que arrancó con un delicioso aperitivo de bienvenida en forma de una riquísima miga tostada con queso Montagnolo alemán y anchoa. Un pequeño gran bocado, que derrocha sabor y saber hacer, y que dio paso a sus insuperables torreznos asados de cochinillo y brava madrileña que son un verdadero espectáculo.
Continuamos con un sabrosísimo canelón gratinado de carrilladas de cochinillo estofadas que nos hizo rebañar a conciencia, ya que se trata de una deliciosa elaboración que roza la perfección, al igual que los magníficos garbanzos pedrosillanos con manitas de lechón rellenas y encurtidos que probamos a continuación.
Antes de pasar al dulce momento final, también probamos su famosos cochinillo asado en el horno centenario que trajeron piedra a piedra de Aldealcorvo y que le aporta un sabor inconfundible al que resulta imposible resistirse. Absolutamente brutal.
Para terminar, nada mejor que una cuidada selección de quesos con membrillo y ese mítico ponche segoviano que tanto nos gusta.
El Pedrusco de Aldealcorvo ha querido rendir un merecido tributo al cochinillo segoviano. Uno de sus platos estrella, que con este impecable menú degustación demuestra la versatilidad de este producto tan castellano que la familia de Pedro Meño elabora con gran maestría.
El Pedrusco de Aldealcorvo
Dirección: Calle de Juan de Austria, 27,
28010 Madrid
Web: https://www.elpedruscorestaurante.com/
Precio Medio: 70€
Menú degustación: 80€