Realizar un curso, un máster y hasta un grado online ya no es nada fuera de lo común. Los cursos online se eligen con mayor frecuencia durante los últimos años como una opción rápida y accesible para instruirse; por lo que universidades y escuelas virtuales no paran de desarrollar y extender su oferta académica.
“La educación online y a distancia se extiende aceleradamente a diversos continentes. Cada vez hay más contenidos formativos y, a la vez, más gente interesada”, aseguran desde el Instituto Europeo de Educación, pionero en el ámbito de la formación online.
Según la Online Business School, en su informe sobre el mercado global del e-Learning, publicado en 2014, el sector movilizó más de 32.000 millones de euros en 2011 y, en dos años, alcanzó los 50.000 millones. La densidad de negocio de la formación online a distancia creció hasta los 100.millones en 2015.
En ese mismo año hasta 2016, los últimos registros del Ministerio de Educación muestran que las universidades virtuales españolas tenían más 228,574 alumnos matriculados en sus programas de grado y máster. Por otro lado, en 2015 la educación no presencial cubría un 54% de la oferta formativa en su modelo, pero 2018 alcanzó el 67%, según las cifras de Emagister, quien resguarda la oferta educativa de 100 mil centros de estudio.
“Actualmente, se opta más por un modelo que está centrado en el alumno que un modelo centrado en la institución”, explican desde el Instituto Europeo de Educación. “Por ello, nuestra oferta formativa se centra en cubrir las necesidades de los estudiantes, que buscan nuevas salidas a través de las nuevas tecnologías”.
Erez Itzkovich, gerente de la Asociación de Proveedores de e-Learning (APeL), defiende que existe un amplio margen de mejora y buenos resultados. Así, destaca que la modalidad online se asemeja más al entorno profesional real. “Es allí donde las personas aprenden a organizarse responsablemente para cumplir sus metas”, explican desde la escuela.