La Fundación Caja de Burgos presentó hoy su nuevo Plan Estratégico para los próximos cuatro años (2017-2020) que, bajo el lema ‘Por un futuro para crecer juntos’, pretende garantizar el crecimiento de la entidad en un 15 por ciento, después de haber conseguido esta última etapa una situación de “consolidación” y “fortalecimiento”. Así lo manifestó hoy su presidente, Ginés Clemente, quien compareció junto a su director general, Rafael Barbero, para dar cuenta también de los resultados y principales logros conseguidos en 2016. Entre los objetivos que la fundación se ha marcado para 2020, Barbero destacó el aumento de la inversión social en un 15 por ciento, hasta alcanzar los 16 millones de euros -hasta ahora se ha mantenido en 14 millones de euros-; y el incremento de los ingresos por actividad propia para conseguir que el porcentaje de autofinanciación sea del 58 por ciento (durante 2016 se ha situado en el 37,75 por ciento). También figura, destacó, lograr un diez por ciento más de usuarios -en la actualidad la actividad de la entidad llega a medio millón de personas-, y mejorar la satisfacción de los mismos hasta situar el índice entre el 4,5 y 4,8 -hoy es del 4,2 sobre cinco puntos-. En definitiva, resumió que la Fundación Caja de Burgos aspira a ser “una organización cuyos resultados le permitan mantener un crecimiento sostenido de su impacto en la sociedad”. En este sentido, el director general de la entidad señaló que con un presupuesto de 14 millones de euros para 2017, 200 millones de patrimonio, 25 centros y 172 empleos directos, la entidad se ha propuesto la meta de conseguir ser “líder” en la provincia de Burgos y “referente” en el resto de Castilla y León en Cultura e Innovación Educativa; en Desarrollo Empresarial y en Cohesión Social y Medio Ambiente. Así, Barbero aseguró que el nivel de aportación a la sociedad de la Fundación Caja de Burgos está en los mismos niveles que en 2005, cuando la media del sector “por desgracia” ha caído hoy un 40 por ciento con respecto a esa fecha. Mediante este nuevo plan, la Fundación Caja de Burgos desarrolla propuestas a través de seis líneas de actividad. En concreto, dijo, “desarrollará un proyecto cultural novedoso y consolidado, contribuyendo al crecimiento de los creadores locales y aportará un modelo educativo innovador que favorezca un mayor desarrollo formativo y que potencie valores y habilidades”. Además, según subrayó, llevará a cabo proyectos de emprendimiento o de desarrollo empresarial a través de acciones de sensibilización, formación, tutorización y financiación para lograr incrementar el empleo “como principio esencial del desarrollo social”. También mejorará la calidad de vida de las personas con la educación y sensibilización medioambiental, el ocio saludable, el desarrollo personal, y el fomento de la participación de aquellos segmentos de la población en riesgo de exclusión. “Estos objetivos los perseguirá con una actuación que se regirá por los valores de la innovación, el compromiso de y con las personas, la transparencia, la colaboración y la eficiencia”, ensalzó. Y se diferenciará, agregó, “por su profundo conocimiento de las necesidades sociales del ámbito en el que opera y la capacidad para ejecutar directamente sus acciones y para colaborar con terceros”. Resultados de 2016 En lo que respecta a 2016, la Fundación Caja de Burgos dedicó 13,9 millones de euros a propuestas sociales, culturales y económicas durante 2016 y llegó a medio millón de usuarios con un proyecto diverso que incluyó el desarrollo de 5.000 actividades relacionadas con la Asistencia y Solidaridad, la Cultura, la Educación, el Medio Ambiente, la Salud y el Bienestar y el Emprendimiento. Atendiendo a la cuenta de resultados, Rafael Barbero indicó que la entidad ha obtenido 14,1 millones de euros por ingresos, lo que manifiesta la capacidad para generar recursos. “Este dato, unido al uso eficiente de los recursos, le ha ayudado a conseguir un beneficio ordinario de 130.000 euros, lo que le permite gozar de una situación sólida para seguir manteniendo su nivel de aportación a la sociedad a largo plazo con un proyecto que pone en el centro a la persona”, añadió. Además, a este resultado, apostilló, se unen los cerca de dos millones de euros conseguidos por resultados extraordinarios (sobre todo de la venta de una finca que fue vendida en 2016 por 1,5 millones de euros), que suponen un beneficio total de 2,113 millones de euros. Esta candidad pasa a ser reservas y patrimonio de la Fundación Caja de Burgos, afirmó Barbero. Principales logros entre 2013 y 2016 El presidente de la entidad, Ginés Clemente, subrayó que la Fundación Caja de Burgos ha culminado “con éxito” en los últimos años un proceso de transformación que le hace gozar en la actualidad de “una posición sólida y con futuro a largo plazo”. “Hoy es el resultado de la conversión de la antigua Caja de Burgos en una fundación y ha heredado de ella la experiencia en la gestión y el enfoque de su extensa Obra Social”, relató. “No es una caja de ahorros -lo fue- ni tampoco un banco, y no pertenece a Caixabank -es accionista de esta entidad-. Ahora, su labor es el desarrollo de propuestas y actividades de carácter social, cultural y económico”, manifestó Clemente. Asimismo, señaló que entre los principales logros conseguidos, fruto del anterior Plan Estratégico, destacan el incremento, con respecto de 2012, de los ingresos obtenidos por actividades propias (un 27 por ciento más); las más de 25.100 actividades desarrolladas de las que han disfrutado 2,5 millones de personas; y la valoración que los usuarios hacen de la Fundación que alcanza un 4,2 sobre 5 puntos. Y todo ello con una plantilla motivada y con una satisfacción de notable, alcanzando 7,8 puntos sobre diez. |
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